El arte de concienciarte en la respiración
Respiración y vida
El ritmo es inherente a todos los organismos vivos. En nuestro cuerpo hay dos ritmos básicos de vida: Respiración y latido del corazón. Ambos trabajan como aliados.
La respiración es el proceso de eliminación de residuos y renovación del aire. Si este proceso se interrumpe, aunque sea durante unos minutos, se ha demostrado que la falta de oxígeno provoca daños irreversibles en el cerebro.
Por lo tanto, no sólo es necesario refrescar el aire, sino también mantener un ritmo constante y duradero para sobrevivir.
El ritmo de entrada y salida de aire cambia drásticamente con nuestras actividades y sentimientos. En otras palabras, nuestras actividades y experiencias diarias influyen en nuestra respiración y la modifican, lo que a su vez modifica nuestro equilibrio.
Para regular nuestro estado de ánimo y el equilibrio corporal, podemos hacer ejercicios de respiración. En concreto, podemos practicar la meditación, en la que centramos nuestra atención en la respiración.
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Está demostrado que la respiración influye directamente en el funcionamiento del cerebro y determina la calidad de los pensamientos y sentimientos.
Un poco de ejercicio.
'Siéntate en una posición muy cómoda y mantén la espalda lo más recta posible.
Cierra los ojos, por favor.
Quizás te interesa:Entra en contacto con tu mundo interior.
Relájate y entra en tu interior.
Empieza a observar tus propias experiencias, deja que las cosas sucedan y observa lo que quieres que sucedan".
¿Qué ha observado?
Es posible trabajar la atención, la memoria y el control emocional a través de la respiración.
Respirando conscientemente, puedes notar por ti mismo el efecto de la respiración en tu estado mental. Si respira profundamente unas cuantas veces, comprobará que al cabo de unos minutos se siente más relajado y tranquilo.
Para aumentar la conciencia, puedo cultivarla.
1 "Atención a mí mismo".
2 "Afecto por mí mismo".
3. que mis movimientos estén en armonía con mi respiración.
Las técnicas respiratorias están estrechamente relacionadas con la capacidad de gestionar adecuadamente el aire que entra en el cuerpo.
Cuando aprendemos a inspirar y espirar conscientemente y a sentir nuestro cuerpo, podemos aliviar el dolor crónico, controlar la ansiedad, el estrés y la depresión, y apreciar la belleza de la vida a través de lo que tenemos.
La respiración es tu ancla en la vida, tu mejor baza, que te ayuda a sentirte más pleno y presente, a despejar la mente y a encontrar nuevas opciones para resolver situaciones.
Tu respiración es tan mundana y tan sutil que apenas la percibes a menos que te acompañe. Te invitamos a practicar lo siguiente.
Túmbate en el suelo y coloca una almohada bajo la cabeza. Coloca las manos sobre el vientre. Observa cómo tus manos suben y bajan al inhalar y exhalar. Esto bombea oxígeno y fluidos ricos en nutrientes al sistema linfático y elimina las toxinas. El movimiento físico de la respiración masajea todos tus órganos y músculos.
Una buena respiración consciente es un ejercicio, y hay tres tipos de ejercicio.
- Respiración abdominal o elevada.
- Inspirar lentamente por la nariz, dirigiéndose al abdomen/estómago y espirar de la misma manera por la nariz.
- Al inhalar, el estómago se expande y al exhalar vuelve a su posición original; puedes sentir esta sensación si colocas la mano sobre el estómago.
- Mediante este ejercicio tomamos conciencia de que podemos controlar nuestra respiración.
- Respiración intermedia o intercostal.
- Inspira lentamente por la nariz hacia el centro y los lados del pecho y espira por la nariz.
- Se trata de una respiración torácica, a diferencia de la respiración diafragmática descrita anteriormente.
- Respiración aumentada o clavicular.
- Inhala por la nariz y lleva el aire sin esfuerzo por los hombros hasta el punto más alto del pecho, por encima de la clavícula, y exhala del mismo modo por la nariz.
- Este ejercicio consiste en ensanchar (abrir) el pecho y llevar el abdomen hacia dentro.
- La respiración es completa o de una sola pieza.
- Es la suma de las tres respiraciones anteriores.
- Inhale primero por la nariz y dirija la respiración sin interrupción hacia el abdomen, luego hacia los flancos y finalmente hacia la clavícula, exhalando al mismo tiempo por la nariz.
Recuerda: cuando estás estresado, tu cuerpo se tensa, tu respiración se vuelve superficial, tu corazón late más deprisa, tu nivel de oxígeno desciende aún más y tu cerebro se vuelve activo e inquieto, pensando en muchas cosas.
Por otro lado, si estás en sintonía con una respiración adecuada, el sistema nervioso parasimpático se estimula, las hormonas relajantes circulan por el cuerpo, empiezas a relajarte, los pensamientos, las sensaciones y las emociones negativas se calman y respiras más lenta y profundamente.
Todo lo que tienes que hacer es.
Un lugar agradable, cuerpo, aire y mente, eso es todo.
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