Agricultura regenerativa para un futuro sostenible
Regenerar es una palabra de origen latino que significa "dar nueva vida a lo que se ha deteriorado, reparar o mejorar". La Real Academia Española (RAE) lo define así. El concepto es aplicable tanto a la agricultura como a la ganadería y se centra en la idea de mantener y revitalizar los procesos biológicos del suelo, un recurso importante en los sistemas de producción agrícola.
La agricultura regenerativa es una propuesta para armonizar la producción agrícola con la dinámica de la naturaleza. De hecho, según los expertos, es posible producir y fomentar la biodiversidad y los procesos naturales al mismo tiempo. Una alianza importante para la sostenibilidad de los sistemas de producción.
Entonces, ¿en qué principios se basa esta estrategia para regenerar los recursos del suelo, en qué conocimientos se basa, tiene principios en común con la agroecología, en qué se diferencia?
La clave para entender las tecnologías regenerativas es interpretar la necesidad de equilibrar los procesos de consumo y degradación con los de acumulación y producción. De lo contrario, el sistema se deteriorará. Así lo explicó Rodolfo Gil, Director Académico del Programa Sistemas Agrícolas Aapresid y especialista del INTA en conservación y manejo de suelos.
Según el experto, la capacidad productiva de los suelos depende casi por completo de la materia orgánica y la actividad biológica. Si se degradan estos elementos, se reduce la capacidad productiva del suelo. Ese es el principio básico".
Quizás te interesa:Tres factores clave son la productividad, la eficacia de la producción por unidad de recurso y, por último, el tiempo de expresión asignado al proceso. En este punto, Gill explicó que las características medioambientales, como el suelo y el clima, desempeñan un papel fundamental en la regulación de estos procesos.
Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que la producción de estructuras vegetales se produce a expensas del agua. Para que una planta desarrolle vida, necesita luz solar, temperaturas metabólicas, dióxido de carbono, agua y nutrientes. Paradójicamente, la planta no necesita tierra, lo que hace posible la hidroponía y la aeroponía.
El suelo desempeña un papel fundamental en los sistemas de producción a gran escala, ya que almacena, gestiona y distribuye los recursos que necesitan las plantas, especialmente el agua y los nutrientes. Por eso es importante que las plantas tengan una estructura funcional que les permita utilizar estos recursos en tiempo y forma, y esta estructura viene determinada en gran medida por la gestión humana.
Para regenerar el suelo, es importante producir materia orgánica", afirma Gill, "y existen buenas estrategias para mantener la estructura funcional del suelo, especialmente los macroporos por los que se filtra el agua. Debe haber un buen desarrollo radicular, una aireación adecuada para la actividad microbiana y una actividad aeróbica predominante."
Y añade: "Al mismo tiempo, es importante que la superficie del suelo esté protegida la mayor parte del tiempo por una cubierta viva de ganado muerto y cultivos."
Quizás te interesa:Bienvenidos al tren, el transporte más sostenibleSegún el Sr. Gill, es importante "garantizar que la gestión de los cultivos se adapte al entorno concreto para que los cultivos no sufran por la escasez de agua". Subrayó la necesidad de garantizar que este recurso salga del campo a través de la transpiración y se convierta en biomasa, y que en este contexto es importante tener en cuenta las fechas de siembra, la genética, la disposición espacial, la nutrición equilibrada y el control de plagas, malas hierbas y enfermedades.
Martín Zamora, especialista en agroecología de la Chacra Experimental Integrada Baró del INTA (Ministerio de Agricultura y Desarrollo de la Provincia de Buenos Aires - INTA), consideró que la regeneración significa "no sólo la restauración del suelo, sino también de los principales procesos ecosistémicos". También debe incluir la biodiversidad de artrópodos, como los polinizadores, y de controladores biológicos, como aves, mamíferos y especies autóctonas.
También señaló que la forma "fundamental" de conseguirlo es reducir el uso de pesticidas en la producción hasta reducirlo totalmente a cero. Aquí es donde radica la gran diferencia", dijo Zamora.
La regeneración depende de la actividad vital. Gil, sin embargo, no dudó en explicar que "el suelo no tiene por qué descansar". Argumentó que "la naturaleza nunca deja de repetir ciclos y procesos" y que "la mejor forma de regenerar el entorno del suelo es tener un suelo biológicamente activo que siempre esté vivo".
En este contexto, precisó que "el 97% de lo que se produce in situ es hidrógeno, carbono y oxígeno. En otras palabras, las fuentes son el agua y el aire". Afirmó además que "sólo el 3% procede del nitrógeno, el fósforo, el potasio y los oligoelementos".
Aunque este porcentaje de nutrientes retirados del suelo parece pequeño, es esencial para la sostenibilidad del recurso y se ha reconocido que es muy importante reponerlo". Es necesario diversificar la actividad biológica de los suelos para fomentar la "biodiversidad".
Según los investigadores, la agricultura regenerativa se basa en tres principios básicos: Potenciación de los procesos biológicos, diversificación orientada a la biodiversidad e integración de procesos. Concluyeron que "los suelos necesitan muchos organismos y diversas actividades.
Una nueva agricultura es posibleDurante muchos años y generaciones, la agricultura ha tenido muchas etiquetas: tradicional, sin labranza, permacultura, regenerativa, agroecología, etc. Con más de 35 años de experiencia en el sector, Gill aprovechó la ocasión para analizar la evolución del sistema y sus variaciones.
¿Cuál es la diferencia entre la agricultura que hemos cultivado y la agricultura a la que aspiramos?, se preguntó el especialista en conservación y gestión del suelo del INTA. Para Gill, la agricultura tradicional se basaba en modificar el entorno, especialmente el suelo, para que las semillas pudieran desarrollar su potencial genético. Explicó que "esto ha traído muchos beneficios, pero hoy, por el contrario, estamos cosechando muchos problemas".
Lo que se necesita ahora es más bien lo contrario: hay que crear un entorno en el que las plantas y las tecnologías puedan adaptarse a sus respectivos entornos y desarrollar la máxima capacidad de producción con el mínimo trastorno. Ese es el gran reto", afirmó Gill.
Mientras que la agricultura industrial se basa en tecnología de insumos con recetas, la nueva agricultura se apoya en tecnología de procesos con estrategias basadas en el conocimiento, afirmó.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) utiliza la misma definición y la denomina agroecología. Entonces, ¿son lo mismo la agricultura regenerativa y la agroecología y se basan en los mismos principios?
Zamora explica: "La agroecología se basa en los siguientes principios generales: Promover la biodiversidad en todos sus aspectos, en el tiempo y en el espacio; Lograr una elevada actividad biológica del suelo y la salud de los cultivos; Evitar la pérdida de recursos; Tener en cuenta las opciones y los objetivos de las partes interesadas; Buscar el comercio y los vínculos locales y justos. Principios". Es decir, tiene un fuerte componente técnico, productivo y medioambiental, pero también social".
Según los técnicos, la agroecología presta especial atención a los aspectos integradores de los ecosistemas, incluido el componente social, al tiempo que preserva los recursos naturales y la biodiversidad". En otras palabras, es un enfoque teórico que pretende mejorar la sostenibilidad de la agricultura desde una perspectiva medioambiental, social y económica. La agricultura regenerativa es la materialización de esta estrategia.
Además, la FAO ha identificado diez elementos para orientar la planificación, gestión y evaluación de las reconversiones agroecológicas. Estos son: Sinergia, diversidad, cocreación e intercambio de conocimientos, eficiencia y reciclabilidad. Además, están la resiliencia, los valores humanos y sociales, la cultura y las tradiciones alimentarias, la buena gobernanza y la economía circular y solidaria.
Zamora señaló que "la agricultura regenerativa cumple sólo algunos de los elementos destacados por la FAO, mientras que faltan otros". Afirmó que "la agroecología busca la soberanía del productor y aborda todos los aspectos de la producción agrícola sostenible de alimentos a gran escala".
De INTA Informa.
El pasado jueves, Syngenta patrocinó la 8ª Conferencia de Cooperativas Agrarias y Alimentarias. Bajo el lema "Cooperativas, juntos por un futuro sostenible", más de 700 representantes de cooperativas se reunieron para debatir sobre los nuevos retos a los que se enfrenta el sector agroalimentario y las tres perspectivas -medioambiental, social y económica- para ayudar a los agricultores y ganaderos asociados a hacer frente a este nuevo escenario desde una perspectiva sostenible. La atención se centró en las soluciones que debe ofrecer el movimiento cooperativo
El Director General de Syngenta para España y Portugal, Ronan de Herque, participó en una de las mesas redondas sobre la cadena alimentaria y pronunció el siguiente discurso.
Estoy encantado de estar hoy con todos ustedes. En primer lugar, quiero dar las gracias a Cooperativas Agro-alimentarias por invitarnos a esta excelente conferencia, apropiadamente titulada "Juntos por un futuro sostenible". En Syngenta, compartimos firmemente este objetivo.
El cambio climático y la degradación del medio ambiente son la dirección que deben tomar urgentemente todas las actividades humanas. En el sector agrícola y alimentario en particular, la producción de alimentos debe satisfacer las necesidades de una población mundial en crecimiento y ser más sostenible. Desgraciadamente, en los últimos meses la seguridad alimentaria mundial se ha convertido cada vez más claramente en un grave problema. Esto se aplica no sólo a las regiones más desfavorecidas, sino también a países en los que durante décadas se ha dado por sentado que en los supermercados hay alimentos de todo tipo.
En marzo de 2022, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) señaló que "el calentamiento global ya ha reducido el crecimiento de la productividad alimentaria en un 21%". Mientras tanto, el impacto de la guerra en Ucrania se está dejando sentir con especial intensidad en África, donde más de la mitad de la población mundial sufría inseguridad alimentaria antes de la COVID. Unos 400 millones de personas dependen de los alimentos procedentes de Rusia y Ucrania.
¿Cómo responder a la agricultura mundial en mayúsculas? ¿Cómo pueden los agricultores de todo el mundo, los verdaderos protagonistas de esta encrucijada, seguir produciendo y manteniendo una actividad económica rentable al tiempo que trabajan para proteger el medio ambiente y combatir el cambio climático?
Syngenta quiere seguir ofreciendo a los agricultores soluciones innovadoras, nuevas y sorprendentes tecnologías basadas en la ciencia y nuevas formas de hacer las cosas para preservar y restaurar las cosas buenas que no debemos perder. Aquí es donde estamos comprometidos. Tenemos un largo historial de desarrollo y recomendación de productos fitosanitarios y variedades de semillas que ayudan a los agricultores a conseguir cultivos sanos y de alto rendimiento. Al mismo tiempo, trabajamos con científicos expertos para desarrollar herramientas y métodos de cultivo que mejoren el entorno agrícola.
Es posible que muchos de ustedes hayan participado en el sistema Heliosec de Syngenta, que permite un uso responsable de los productos fitosanitarios y evita la contaminación del agua, o en la Operación Polynter, un proyecto pionero de biodiversidad puesto en marcha en 2010, cuando la sostenibilidad en la agricultura aún no estaba en boca de todos. Es un gran ejemplo de cómo podemos trabajar juntos para hacer sostenible la agricultura productiva. En los 12 años que lleva funcionando el programa en España, se han plantado más de 60.000 hectáreas con parterres y plantas tapizantes, y se han identificado más de 500 especies, muchas de ellas consideradas amenazadas o incluidas en la Lista Roja de la UICN.
Por lo tanto, es importante analizar los distintos modelos de agricultura y no rechazar dogmáticamente ni uno ni otro, sino desarrollar soluciones prácticas y realistas que mejoren la sostenibilidad de todos los modelos y ayuden a afrontar los retos a los que nos enfrentamos. Nuevas fórmulas orgánicas, nuevas tecnologías en agricultura de precisión que aumenten el rendimiento y reduzcan el impacto de las actividades agrícolas, mejores prácticas agrícolas para proteger y restaurar los recursos naturales, los conocimientos y la experiencia necesarios para combinar todas las herramientas disponibles y aplicar las mejores soluciones para cada cultivo, región y explotación: todo ello permitiría a los agricultores satisfacer la urgente necesidad de producir más alimentos de forma más sostenible.
Ante el reto del cambio climático, la agricultura tendrá sin duda que convertirse en parte de la solución, no del problema, contribuyendo activamente a la absorción del dióxido de carbono en la atmósfera. En Europa, la legislación sobre agricultura neutra en carbono, los modelos de producción sostenible, los objetivos de reducción de fertilizantes y pesticidas, las medidas económicas y el apoyo a la investigación, todo ello relacionado con las actividades agrarias, apuntan en esta dirección... Un sistema agrícola sostenible debe integrar innovaciones y nuevas tecnologías. Para ello, una regulación adecuada de los productos y tecnologías de base científica debe convertirse en el marco de referencia para incentivar la inversión.
Entre ellos figuran productos ecológicos, productos químicos más ecológicos, semillas adaptadas a condiciones cambiantes, herramientas digitales que facilitan la gestión de las explotaciones y optimizan el uso de insumos, y programas de formación sobre sostenibilidad.
Actualmente estamos avanzando en una serie de tareas en el ámbito de las tecnologías y prácticas para contribuir a una agricultura más sostenible, entre ellas.
- Raíces más sanas: una nueva tecnología de tratamiento de semillas proporciona raíces más fuertes y sanas que ayudan a secuestrar carbono en el suelo y a aumentar el rendimiento de los cultivos.
- Eficiencia alimentaria: una nueva tecnología que mejora la eficiencia del maíz forrajero en comparación con el maíz convencional, reduciendo la huella de carbono de la producción de proteínas animales.
- Eficacia del nitrógeno: un importante bioestimulante que mejora la eficacia de los nutrientes, optimiza la absorción por las plantas y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de los fertilizantes.
- Mejores rendimientos: modernos bioproductos y productos fitosanitarios con nuevas propiedades que mejoran el vigor de los cultivos y su resistencia a la sequía, las inundaciones, el calor y el frío, protegen los cultivos de malas hierbas, plagas y enfermedades, aumentan la productividad de los cultivos y reducen las emisiones.
- Variedades productivas y resistentes: desarrollo de nuevas variedades de cultivos resistentes a plagas y enfermedades, con una buena vida útil tras la cosecha o resistentes a factores de estrés biótico y abiótico. En nuestro país se ha prestado especial atención al desarrollo de variedades más resistentes a la sequía y a las altas temperaturas, y de variedades que requieran menos riego. Esto significa menos uso de pesticidas, menos desperdicio de alimentos, mayor productividad y siempre contribuye a una sociedad sostenible.
- Optimización de los tratamientos fitosanitarios: Los sistemas digitales de agricultura de precisión (por ejemplo, sistemas de previsión y diagnóstico, aplicación de dosis variable, aplicación óptica direccional, sistemas de asesoramiento y apoyo al asesor) están llevando las aplicaciones fitosanitarias a nuevos niveles de precisión y exactitud. Estas nuevas tecnologías permiten aplicar con precisión la cantidad adecuada de producto en el momento preciso en el lugar adecuado y en ningún otro sitio. El uso óptimo del agua de riego es otro de los objetivos del desarrollo de la tecnología digital.
- Proteger la salud y la seguridad de las personas y el medio ambiente: En colaboración con la industria, hemos desarrollado un nuevo sistema impermeable para mezclar y cargar productos fitosanitarios, el Evopac, para proteger a los trabajadores y evitar el riesgo de contaminación puntual al preparar los tratamientos fitosanitarios.
- Remediación del suelo: apoyo a los productores para que adopten prácticas agrícolas regenerativas y respetuosas con el clima. Agricultura de conservación, siembra directa, cultivos de cobertura, rotación de cultivos.... Prácticas para convertir las tierras agrícolas en sumideros de carbono.
- Sensores de biodiversidad: facilitan el seguimiento de los insectos en los cultivos y ayudan al análisis cualitativo y cuantitativo de la biodiversidad en las explotaciones y a evaluar el impacto de las medidas aplicadas.
- Evaluaciones de la sostenibilidad mundial y regional: Con nuestra aplicación digital "Cropwise Sustainability", ayudamos a los agricultores a evaluar toda su explotación, compararla con otras explotaciones de su región, zona e incluso del mundo, y centrar su atención en las áreas de mejora .
Aquí en España, el Grupo Syngenta emplea a más de 600 personas. La empresa cuenta con dos centros de producción, uno de productos fitosanitarios y otro de transformación de semillas oleaginosas. La empresa cuenta también con dos centros de investigación y desarrollo de semillas hortícolas en Murcia y Almería. Nuestro compromiso con la agricultura española se refleja en las importantes inversiones anunciadas recientemente para ampliar estos dos centros de I+D, incluido un nuevo centro de I+D para hortalizas de hoja verde en Murcia y el refuerzo de nuestras capacidades de I+D en Almería. En el frente digital, nos enorgullece anunciar que Madrid ha sido seleccionada como la ciudad donde se establecerá el nuevo Syngenta Digital Hub paneuropeo. Nuestros expertos digitales en Madrid se encargarán de desarrollar y ofrecer soluciones digitales innovadoras a todos los productores europeos.
Para Syngenta, no cabe duda de que las cooperativas tienen un importante papel que desempeñar a la hora de abordar el reto de la sostenibilidad agrícola en este país. Con un PIB de 1,2 billones de dólares, España es la cuarta economía de la Eurozona y la decimocuarta del mundo, con acceso a América Latina (más de 600 millones de consumidores) y Oriente Medio (500 millones de consumidores), el decimotercer mayor receptor de inversión extranjera del mundo y el undécimo mayor exportador de servicios empresariales del mundo, registrando 115.000 millones de dólares Las multinacionales españolas son responsables del 44,5% de las exportaciones españolas en todo el mundo.
Como he dicho antes, si Syngenta quiere ayudar a proporcionar soluciones innovadoras a los agricultores, el papel de las cooperativas es fundamental para impulsar los cambios necesarios hacia una agricultura más productiva y sostenible
Desempeñan un papel importante en la producción agrícola debido a sus operaciones activas y a su fuerza económica en todo el país. Usted es un interlocutor importante a la hora de comprender los retos en cada región y con cada cultivo. Y usted es un verdadero motor del cambio, capaz de abrir camino a millones de hectáreas de tierra cultivada y de difundir los avances tecnológicos y las mejores prácticas. Las cooperativas tienen un efecto multiplicador por todo lo que pueden ofrecer a los agricultores en términos de soluciones. La transferencia de tecnología, la sensibilización y las buenas prácticas descritas hasta ahora están estrechamente relacionadas con la extensión y la formación. Sobre todo ahora que la agricultura digital, especialmente la de precisión, es ya una realidad, las cooperativas están preparadas para ello y tú puedes aportar mucho.
Es muy emocionante que la cooperación y la sostenibilidad estén en el centro de esta conferencia. En un momento en que los gobiernos, el sector privado y los ciudadanos luchan contra las repercusiones sociales, físicas y económicas de una situación, cuando menos, incierta, la recuperación económica sólo será posible mediante una voluntad de verdadera colaboración y un compromiso con soluciones viables. Y la contribución de las empresas tecnológicas desempeñará un papel importante en el futuro.
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