Meditar para encontrarse

Meditar para encontrarse

Puede que leas el título y pienses que los artículos sobre este tema son irrelevantes, puede que pienses que estás viviendo una vida auténtica, pero este artículo demuestra lo contrario. Cada día perdemos un trocito de nosotros mismos, nos acosan otras cosas y otras personas. Trabajo alienado, amor dependiente, relaciones tóxicas, baja autoestima, estrés, ansiedad, depresión... Son palabras y condiciones que forman parte de nuestra vida cotidiana y de nuestra imaginación.

Poco a poco nos alejamos de lo que realmente somos y nos convertimos en una mera imagen de lo que podríamos ser por miedo a lo que la gente pueda decir de nosotros. Nos ponemos la máscara de la perfección y, al no saber quitárnosla, nos convertimos en esclavos del falso "yo" que hemos creado para vivir una vida que nos parece ideal. Debemos superar nuestros miedos.

En primer lugar, asegúrese de que dispone del tiempo necesario. Para. Escucha el silencio y pregúntate con amor desde tu interior.

  • ¿Qué necesita?
  • ¿Qué te parece?
  • ¿Cuáles son sus verdaderos valores?
  • ¿Estoy bien como estoy ahora?
  • ¿Tiene algún valor no ser yo mismo?

Cuando estés preparado, no esperes una respuesta, haz la temida gran pregunta.

¿Quién soy yo?

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Verá que responder a esta pregunta no es tan fácil como podría pensarse en un principio. Así que hágase esta pregunta, intente responderla sin dificultad y, si no puede hacerlo, busque la manera de reencontrarse a sí mismo. Cuando se hace esta pregunta, puede sentirse un poco perdido y confuso.

2 Identidad propia

Meditar para encontrarse

Vivimos entre dos yos e intentamos conciliarlos. Un "yo" más auténtico y el "yo" que mostramos al mundo. Ambos viven en compartimentos separados e intentan entenderse, pero el "yo" perfeccionista y público casi siempre ahoga al "yo" más infantil, auténtico y real. Poco a poco desaparecemos y nos convertimos en otra persona, perfecta para el mundo y la sociedad pero irreconocible para nosotros mismos.

Superar el miedo

Debemos liberarnos de las máscaras que nos esclavizan. Para recuperar la autoestima que hemos destruido. Somos nuestro activo más valioso y nuestra autoestima es un reflejo de nuestro "yo". Valorarlo y escucharlo como a un niño pequeño puede ser difícil cuando estamos rodeados de personas que nos critican constantemente. La sociedad nos critica constantemente y nos exige que nos amoldemos a sus necesidades, y esto hace que nos empequeñezcamos.

Practico la meditación cada mañana en mis retiros y viajes. Quiero enseñar a meditar como un hábito que puede cambiar tu día, liberarte del estrés, la ansiedad y la depresión y dar sentido a tu vida. Hablo por experiencia propia de que aprender a meditar me ha cambiado. ¿Por qué no aprendes a meditar y empiezas a cambiar tu vida? Para empezar a meditar, prueba estos cinco sencillos pasos.

Escribí este artículo porque mucha gente viene a mis retiros y viajes para desconectar y aprender técnicas como la meditación para el autodescubrimiento. Así que durante los días del viaje o retiro aprenden los fundamentos de la meditación, y estas personas se sienten tranquilas y felices. Pero al cabo de un tiempo dejan de meditar y nos escriben que vuelven a estar atrapados por el estrés de la vida cotidiana.

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Esto se debe a que tienes que convertir la meditación en un hábito y entrenarte hasta cierto punto para cosechar los beneficios de la meditación. He aquí cinco pasos que siempre consulto con la gente para ayudarles a empezar a meditar, hacer de este hábito una rutina diaria y vivir una vida feliz y plena.

El primer paso, o paso cero, es encontrar tu motivación. Reconoce los beneficios que la meditación puede aportar a tu vida: Reduce el estrés, la depresión y la ansiedad, mejora el sueño y la estabilidad emocional, relaja la mente y los músculos, aumenta la confianza en uno mismo, mejora la concentración y la memoria, etc.  La lista de beneficios de la meditación es interminable, pero carece de sentido a menos que empieces a meditar y lo compruebes por ti mismo.

Paso 1: Crea una rutina de meditación

Meditar para encontrarse

Los hábitos forjan tu destino. Como dijo Gandhi: "Observa atentamente tus hábitos, porque son tu destino". Para beneficiarse de la meditación, debe convertirla en un hábito y una rutina.

Reserva un tiempo al día para meditar. Siempre a la misma hora.  Lo ideal es meditar cada mañana al levantarse y cada noche al acostarse. Empieza con cinco minutos y aumenta el tiempo según tu estado de ánimo. Si no tienes tiempo, pon el despertador cinco minutos antes al levantarte o apaga la tele cinco minutos antes de acostarte. Motivado por los resultados que consigues o conseguirás, siempre tendrás tiempo para hacer algo.

Medita nada más despertarte. Es el momento en que tu mundo aún no está activo y no hay interferencias del exterior. Antes de coger el móvil o tomarte la primera taza de café, tómate un tiempo para ti. El mejor momento para meditar es antes del amanecer, cuando puedes llenarte de la energía y el prana más puros.

Por la noche, antes de acostarte, también puedes dedicar unos minutos a meditar. Es una forma estupenda de liberarse del ajetreo del día y despejar la mente. Es una forma de calmar la mente antes de conciliar el sueño. Permite un sueño más profundo y reparador.

Otra parte de mi rutina diaria es crear un espacio de meditación en mi casa. Un espacio sagrado donde tomarse tiempo para uno mismo. Siempre recomiendo crear un pequeño altar de meditación. Allí puedes colocar velas, incienso, imágenes de personas o deidades que te inspiren y conecten con lo divino. Si no te sientes cómodo con un altar, no pasa nada. Pero tener un lugar para ti solo te ayudará a conectar con tu quietud.

Paso 2: Adopta una postura de meditación

Crea un lugar de meditación y acostúmbrate a meditar todos los días a una hora fija. No es necesario imitar a Buda y sentarse en la posición del loto. Si lo haces, está bien. Pero si no conoces las posturas de yoga o tu cuerpo no es lo suficientemente flexible, tendrás dolores y molestias en las rodillas. Puedes hacerlo sentado en una silla. Es importante que mantengas la espalda recta para que no te duermas y la energía fluya bien por la columna vertebral y llegue a todos los meridianos y puntos energéticos del cuerpo.

Es más cómodo meditar sentado en una silla o en el suelo, con la espalda recta y apoyado en el respaldo de la silla o en una pared. Mantén la espalda recta, coloca las manos sobre los muslos y relaja los hombros. Haz Jnana Mudra con los dedos índice y pulgar juntos y permite que la energía permanezca en tu interior.

Si quieres conocer otros artículos parecidos a Meditar para encontrarse puedes visitar la categoría Salud mental.

Resumen

Alejandro

¡Hola! Soy Alejandro creador y editor de eldespachoclandestino.com. Si estáis aquí es porque como yo, sois amantes de la buena cocina y la vida saludable. Quédate conmigo y aprendes sobre este apasionante mundo.

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