Gestiona tus emociones empezando con estos sencillos trucos
Nietzsche ya dijo que pensar es algo que se hace cuando se quiere y no cuando se quiere.
Ni siquiera las emociones aparecen y desaparecen cuando uno quiere. Pero, ¿es posible controlar las emociones? ¿O tenemos que renunciar a dejar que nuestros sentimientos nos controlen?
¿Por qué algunas personas pueden hablar en público sin nervios mientras que otras se derrumban por ello? ¿Por qué algunas personas se enfadan cuando discuten y otras mantienen la calma?
Es normal sentirse triste cuando se reciben malas noticias, pero eso no significa que haya que quedarse en un rincón llorando (esa actitud puede prolongar la tristeza). Cuanto antes te obligues a hacer algo productivo mientras admites que estás triste, antes te sentirás mejor.
- ¿Has decidido cómo controlar tus sentimientos?
- ¿Qué ocurre si pierdes el control de tus sentimientos?
- La verdad sobre las emociones negativas
- Lo que no es eficaz para controlar las emociones
- ¿Qué es eficaz?
¿Has decidido cómo controlar tus sentimientos?
Hay muchas teorías al respecto. Algunos psicólogos creen que los seres humanos controlan completamente sus emociones, mientras que otros creen que no hay forma de controlar las emociones.
Quizás te interesa:Sin embargo, hay estudios que concluyen que la forma en que interpretamos nuestras emociones cambia la forma en que las experimentamos. La forma en que reaccionas ante una emoción determinada determina cómo te afecta esa emoción.
- Los oradores que sufren cuando piensan en hablar en público lo hacen porque interpretan la tensión como algo negativo, como una señal de su cuerpo para huir.
- Por el contrario, las personas que interpretan la misma tensión como entusiasmo y deseo de dar lo mejor de sí mismas tienen más probabilidades de tener éxito en las reuniones.
La moraleja de la historia es que el cuerpo te da energía para hacer algo, pero cómo utilices esa energía depende de ti. Hay gente que paga por subirse a una montaña rusa y hace cola durante horas, otros ni lo sueñan. Utilizan los mismos nervios, pero interpretan "divertido" y "aterrador" de forma diferente.
¿Qué ocurre cuando las emociones se descontrolan?
No podemos evitar las emociones. Tenemos emociones porque son una función evolutiva: un sentido biológico de la supervivencia. Si nuestros antepasados no hubieran sentido miedo ante una manada de tigres, probablemente la raza humana no habría llegado hasta nuestros días.
La amígdala es la parte del cerebro responsable de desencadenar las emociones como si se tratara de una respuesta automática en forma de huida ante un ataque o amenaza. Esto hace que sea muy difícil controlar la fuente de tus emociones mediante la fuerza de voluntad. Significa que tienes que subvertir esta reacción para la que estás genéticamente programado.
Por eso es necesario este tipo de empatía. Sin embargo, en algunas personas puede estar mal regulada, y eso puede ocurrir.
Quizás te interesa:- Se desencadena en situaciones en las que no existe una amenaza real (provoca ansiedad).
- Incapacidad para volverse inactivo con el tiempo (como en la depresión). Por alguna razón, el cerebro cambia al modo de supervivencia y no puede salir de él.
Cuando se produce la fase de lucha o huida y la amígdala domina el comportamiento, suele ser demasiado tarde. Por lo tanto, hay que aprender a actuar pronto. Debes acostumbrarte a reconocer las señales de que estás perdiendo el control de tus emociones.
Es la única manera de detener (o retrasar) este proceso antes de que sea demasiado tarde. Si nos dejamos guiar por nuestros sentimientos, no somos más que bestias acorraladas.
¿Sabía que el pintalabios rojo se vende como rosquillas en tiempos de crisis?
La barra de labios es un lujo asequible porque queremos algo que nos haga sentir más guapas y seguras de nosotras mismas. También nos recompensa por sentirnos incómodos.
Y es versátil porque se puede utilizar como colorete e incluso como sombra de ojos cuando sea necesario.
¿Aumentan también en esta crisis las ventas de cosméticos (aunque parece muy improbable, ya que el rímel cubre la zona de la boca...)? .
Pero hay soluciones más asequibles, rentables y unisex que pueden cambiar instantáneamente tu forma de sentirte sin invertir un solo euro.
Como hackear el cerebro con lenguaje no verbal.
En otras palabras, hacer lo contrario de lo que él quiere naturalmente y engañarle.
Por ejemplo, cuando está enfadado, tiende a cruzar las piernas o los brazos. Cuando estás triste, instintivamente encoges el cuerpo hacia dentro, redondeando la espalda, bajando la cabeza o encogiéndote de hombros. Si estás nervioso o inquieto, puedes mover las manos y los pies más rápidamente.
Si cambias conscientemente de postura o de expresión facial, tu cerebro sufrirá un cortocircuito.
Él ordenaba a tus músculos que hicieran ciertos movimientos, que mantuvieras la respiración y el ritmo cardíaco a un ritmo determinado, y tú tomabas el relevo y dabas las órdenes contrarias.
Para cambiar tus emociones y mejorar tu estado de ánimo, aunque sólo sea temporalmente, es eficaz redistribuir y equilibrar la sangre y la energía mediante estiramientos, balanceos y saltos. Enderézate, saca pecho, adopta una postura firme, separa las piernas y muévete lentamente. Si además sabes bailar o cantar, pon música que provoque el estado que quieres alcanzar.
Pero, sobre todo, concéntrate en tu respiración.
La respiración es fundamental.
Ten en cuenta que cuando hay mucho estrés o emociones fuertes, el cuerpo está en alerta máxima, como si estuviera en peligro de muerte.
No importa si lo que te pone nerviosa no es un camión de verdad a punto de atropellarte, sino pensamientos sobre tu crisis de pareja o lo mal que te sentaría que rompiera contigo.
No importa de qué se trate.
Porque el cerebro no distingue entre situaciones reales e imaginarias.
Cree que hay que llevarle a un lugar seguro para sobrevivir. Así que ordena a su corazón y a su respiración que den mil vueltas para que llegue un buen combustible a sus músculos y poder escapar o atacar.
Porque su trabajo es protegerte.
En otras palabras: Cuando te encuentras en una situación de crisis, es el sistema nervioso autónomo el que controla tu cuerpo para protegerte.
Por eso son tan eficaces los trucos de los que te hemos informado.
Porque al interrumpir este patrón, se restablece temporalmente la homeostasis (equilibrio) y el sistema nervioso central puede recuperar el control. No es básico, no es primitivo, es de supervivencia. Es lo que controla el resto del organismo cuando estás relajado.
Lo que siempre decimos los expertos en gestión emocional: cuida tu cuerpo, respira, descansa, mantente cerca.... - no es, por tanto, ninguna tontería.
El cuerpo está totalmente conectado con los sentimientos y los pensamientos.
En la antigua Roma, la idea de "mens sana in corpore sano" ya se conocía sin necesidad de conocer el sistema nervioso.
Es súper complicado estar alegre y optimista cuando sólo has dormido dos horas al día durante un mes, sólo has comido comida basura y no has hecho ejercicio desde el instituto debido al estrés.
Como cualquier otra máquina, las carrocerías necesitan cierto mantenimiento.
Sobre todo ahora que todas las malas noticias llegan de los medios de comunicación y todo es incierto y doloroso.
¿Y sabes otro truco sencillo para mejorar tu estado emocional?
Sonríe.
Sonríe durante al menos 5-10 minutos. Y si puedes hacerlo mirándote al espejo, aún mejor, porque es un doble hackeo (los ojos te ven sonreír y envían esa información a la cabina de tus hombros).
Cuando camines por la calle, podrás enseñar las muelas del juicio porque nadie se dará cuenta de que llevas una máscara.
Y si puedes ver algo bonito y agradable sin forzar los músculos.
Incluso en estas terribles circunstancias, sigue habiendo cosas maravillosas que ver. La abundancia nos rodea. Perros bonitos, niños jugando, sol y calor, nubes, sonidos, plantas, ...
Pero este método no cambiará tu vida ni resolverá tus problemas.
Pero me relaja y me siento bien durante un rato.
Un tiempo precioso que hay que aprovechar sabiamente.
Porque si sólo recurres a pensamientos negativos - pensamientos que te meten en un agujero.... Casi no tiene sentido. Es un soplo de aire fresco, pero al final todo es lo mismo.
Así que asiente con la cabeza, sonríe y dite a ti mismo palabras tranquilizadoras y positivas como "Confío en que podré adaptarme pase lo que pase", "Tengo muchos recursos para afrontarlo", "Todo irá bien, estoy seguro de que resolveré el problema".
No se trata de autoengañarse, sino de eliminar las capas de drama e ira del problema y permitirse pensar y actuar con claridad sin bloquearse.
Si te gustan estos trucos y los pones en práctica, háznoslo saber.
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