Frases que nunca deberías decirte a ti misma

Estamos rodeados de una corriente de personas que nos hacen creer que tenemos que cumplir ciertas normas. Esto hace que nos sintamos frustrados porque no podemos cumplirlos, empezamos a creer mentiras y, poco a poco, nuestra mente y nuestro cuerpo se controlan y pronunciamos palabras perjudiciales para nuestro bienestar

La Biblia dice que nuestras palabras tienen poder (Proverbios 18:21). Por lo tanto, hay palabras que nunca deben usarse en tu contra.

"No valgo nada"

El valor de las personas se ha vuelto subjetivo. Hoy se mide por el dinero y las posesiones. Pero Dios nos ve como sus criaturas, y somos valiosos para Él. Rechazamos a nuestro Creador diciendo que no somos dignos. Por eso, nunca debemos olvidar todo el amor de Dios y reconocer nuestro valor en Él.

Cinco pajaritos valen sólo dos peniques, pero no importa, porque Dios no se olvida de ninguno de ellos. No temas, pues Dios cuenta hasta el último mechón de tu cabello.

Si eres una persona racional, siempre habrá una vocecita en tu cabeza preguntándote por qué algunas cosas son posibles y otras imposibles. La mayoría de las veces hay una buena voz que te adormece: "No, no puedes volar si saltas por este acantilado".

Sin embargo, si esta voz va demasiado lejos, puede limitarnos a una existencia aburrida y sin diversión. Para convertir la vida en una aventura, hay que acallar esta voz.

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Afortunadamente, destruiré todos los argumentos de esta voz en tu mente. Así podrás concentrarte en otras cosas y no en argumentos como "no puedo" o "no debo".

"No tengo tiempo para esto"

Esta es la típica excusa de la gente que podría estar haciendo algo muy interesante pero no lo hace. Todos lo hemos dicho alguna vez, y probablemente sea el argumento más persistente en nuestras mentes. Solemos decir "no tengo tiempo" cuando la vida se vuelve ajetreada o cuando no queremos sentirnos culpables por habernos dejado algo.

A partir de hoy, esa voz no tendrá ni un ápice de poder en tu cabeza. En su lugar, utilice la frase "No es una prioridad". Por ejemplo, en lugar de decir: "Quiero hacer deporte, pero no tengo tiempo", piensa: "Hacer deporte es una prioridad".

Las prioridades son las cosas a las que quieres dedicar más tiempo. No es lo que dices, es lo que haces.

Si eres una madre soltera con tres trabajos, por supuesto que entiendo que cuidar de los niños y hacer la compra tienen prioridad. En esta situación puedes aceptar el hecho de que tienes una vida muy difícil, así que ¿por qué no buscar oportunidades para trabajar en cosas que mejoren la situación?

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"No tengo dinero para comprarlo"

Este argumento trata de justificar que no se gaste dinero en cosas importantes. Cuando la vocecita de tu cabeza te dice que no puedes permitirte ir de viaje o aprender algo, te quedan tres opciones.

1. quejarse a alguien.

2. dejar de gastar dinero en cosas sin importancia.

3. encontrar formas de ganar más dinero.

La primera opción no es útil para nadie; para la segunda, la gente tiene que preguntarse si puede dejar de gastar dinero en cosas sin importancia, como una casa más grande de lo que necesita, un coche nuevo o comprar ropa y zapatos todos los meses. Así podrán reasignar sus gastos a cosas más importantes para su propia felicidad.

¡El juego de la vida no cuesta dinero! Es tan aventurero cambiar las ideas sobre una determinada aventura como abaratarla.

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