Empieza a sentirte zen con estos hábitos
En estas páginas siempre te hemos dicho que intentamos llevar una vida sencilla y que eso conduce a una vida feliz. Para lograrlo, tenemos que mejorar muchas cosas. Por eso, hoy te presentamos 11 hábitos zen que te ayudarán a mejorar tu vida.
Creo firmemente que debemos simplificar nuestra vida al máximo para poder centrarnos en lo más productivo. Y cuando utilizo la palabra productividad, no lo digo en el sentido económico, sino que necesitamos ser productivos en todos los ámbitos de nuestra vida: en el amor, en la amistad, en el ocio, etc.
A continuación encontrará algunos consejos que le ayudarán a aprovechar estas importantes ventajas. Si lo desea, puede acompañar la lectura del artículo con este relajante vídeo.
Lectura recomendada: ¿Qué es la filosofía Zen?
El primero de los grandes hábitos zen es evitar la multitarea
En la vida moderna y en los países occidentales, muchos nos hemos acostumbrado a la tentación de la multitarea. Y hace tiempo que se ha demostrado científicamente que nuestro cerebro no funciona muy bien en modo multitarea.
Quizás te interesa:El investigador David Mayer sostiene que la multitarea humana es sólo una ilusión. Nuestro cerebro sólo puede prestar atención a varias tareas si están total o parcialmente automatizadas y no en el mismo orden. Por ejemplo, escuchar la radio mientras se prepara la comida. De lo contrario, saltamos de una tarea a otra, rápida y secuencialmente.
Por ejemplo, si nos centramos demasiado en tareas visuales, se reduce nuestra percepción de los estímulos relacionados con los demás sentidos. ...... ¿No estás de acuerdo?
Responde a esta pregunta. ¿Se aplica a usted alguno de estos comportamientos?
- Comer mirando el móvil.
- Ver la televisión mientras contestas mensajes.
- Una conversación con un compañero de trabajo mientras contestaba a un correo electrónico.
- Hablar con un compañero mientras se ve un partido en la radio o la televisión.
- Prepara la cena mientras ayudas a los niños con los deberes.
En algún momento tu compañero dirá: "¿Me estás escuchando?" o se dará cuenta de que has escrito y enviado un correo electrónico con faltas de ortografía o frases sin sentido. Esto tiene que acabar.
La introducción de la tecnología actual en nuestras vidas sin duda ha hecho las cosas más complejas. Y los teléfonos móviles se han convertido en un demonio que nos roba la tranquilidad. Tantas notificaciones que no podemos concentrarnos en lo que estamos haciendo. Estos dispositivos se han convertido en una prioridad en nuestras vidas. Y lo permitimos.
Quizás te interesa:La multitarea no nos permite disfrutar del descanso que merecemos ni rendir mejor en otras actividades que requieren toda nuestra atención. La multitarea perjudica nuestra concentración y se manifiesta en una pérdida significativa de eficacia cognitiva y relacional.
Un estudio realizado en 2006 por los psicólogos David Strayer y Fran Drews, de la Universidad de Utah, concluyó que utilizar el teléfono móvil mientras se conduce es tan peligroso como beber y conducir. ¿Aún no está claro que la multitarea es mala? Nuestras vidas dependen de ello. Es hora de dejar de hacer cosas que no nos ayudan a vivir una vida más sencilla.
Es ineficaz y muy cansado trabajar en varias tareas al mismo tiempo, así que es mejor concentrarse en una cosa antes de hacer otra.
Un proverbio zen afirma.
Cuando juegues con tus hijos, asegúrate de que sea un rato memorable y de calidad en el que no te molesten. Cuando comemos, debemos disfrutar de cada sabor, textura y color. E intenta no interferir con otras cosas. Y cuando estés hablando con alguien, préstale toda tu atención, que luego te tocará hablar a ti.
¿Por qué no haces una lista de diez cosas que puedes hacer para evitar la multitarea? Luego, gradualmente, uno a uno, elimínalos de tu vida. Busca una vida sencilla.
Tenemos que estar plenamente presentes en todo lo que hacemos. Este es un paso importante en el camino hacia una vida Zen.
Hábito zen 2: No pases a la siguiente tarea hasta haber completado una
Cuando se trabaja intensamente, no hay que tirarse a la mitad de una tarea, sino terminarla. Si la mente insiste en rendirse, debes hacerle entender que no la escucharás.
La primera de las prácticas zen utilizadas consiste en realizar una actividad cada vez, concentrándose por completo en ella, y sólo pasar a una nueva tarea cuando la actividad que se acaba de realizar haya finalizado.
Este tipo de trabajo conduce a la paz interior del verdadero Zen.
Gran parte del estrés que sienten las personas no se debe a que tengan "demasiadas cosas que hacer". Es porque no terminan lo que han empezado. David Allen.
El budismo zen es una rama del budismo en la que se utiliza a menudo el término "zazen", que significa "meditación sentada". Esta práctica se centra en la superación de la dualidad. Esto significa que no hay juicio de bueno o malo, mejor o peor, sino que lo que observamos es un todo unificado. La meditación zen puede practicarse en la vida cotidiana. Aquí puedes aprender cómo hacerlo y para qué sirve.
En la década de 1960, se realizaron en Japón una serie de estudios científicos sobre la mejor postura de meditación. De ello se concluyó que la postura zen, que tiene una historia de más de 2.500 años, es la postura por excelencia para la práctica de la meditación. Esto es crucial para alcanzar un estado de autoconocimiento y una vida más armoniosa en el mundo.
La práctica del Zen no necesita ser religiosa ni tener una fe determinada, ya que se trata de una perspectiva puramente secular. Tampoco necesitamos cualidades o puntos de vista particulares. Lo que necesitamos por encima de todo es curiosidad, amplitud de miras y un compromiso con nuestro propio potencial y bienestar.
Es posible practicar Zendo en la vida cotidiana, y cualquiera puede hacerlo. Hay muchas técnicas, pero la base es encontrar la postura óptima, respirar constantemente y estar presente en el "momento presente". Éstas son las bases que deben practicarse en todas las prácticas de meditación Zen y en muchas otras técnicas que surgen de la meditación.
Con tu voluntad y atención, verás lo fácil que es practicar la meditación Zen en tu vida diaria. Le mostraremos cómo hacerlo.
Zazen en la vida cotidiana
A muchas personas se les niegan los beneficios de la meditación porque piensan que es inalcanzable o que deben tener habilidades especiales para poder meditar. En este artículo me gustaría refutar todo esto, porque cualquiera que tenga la voluntad y el compromiso puede hacerlo. Al principio es complicado porque no hay hábito, pero el problema es practicarlo una y otra vez para poder utilizarlo todos los días.
Empieza con un periodo corto de tiempo: puedes empezar con 5, 10 o 15 minutos. Decide al principio cuánto tiempo quieres quedarte, ni demasiado poco ni demasiado estricto. Así sabrás qué hora te viene mejor y podrás utilizarla para tu próxima meditación Zen. No se trata de un martirio ni de una gran carga, sino de poder permanecer poco a poco más tiempo.
No es necesario que hagas ejercicio todos los días desde el principio, pero una vez que te hayas decidido por dos o tres días a la semana, es importante que lo hagas sin excusas. Este es el comienzo de un compromiso contigo mismo, y estás asumiendo la responsabilidad de tu salud y bienestar.
Es importante saber que tu cuerpo sabe lo que necesita en cada momento. Si eres capaz de concentrarte en zazen, tomarás conciencia de las necesidades de tu cuerpo y sabrás lo que eso significa. Acepta que tendrás que cambiar y experimentar hasta que encuentres lo que mejor te sienta. La mejor disposición es seguir aprendiendo aquí y ahora.
Practica zazen
Una vez preparado, sólo tienes que practicar. Para ello, busca un momento que te venga bien, confía en ti mismo y no pienses demasiado. Una vez que entiendas el proceso, comprenderás que puedes meditar en cualquier lugar y en cualquier momento.
Sabiendo que los pilares básicos de esta práctica son inmutables, debes encontrar un lugar donde puedas meditar en Zen. Primero intenta encontrar un lugar que sea importante para ti, un lugar en el que te sientas más cómodo y libre de distracciones.
Se recomienda meditar siempre en el mismo lugar y conectar con ese momento de devoción. Intenta evitar las distracciones y la comida para pensar. Intente crear una atmósfera lo más acogedora y cómoda posible y participe en ella en cada sesión. Los aromas y la música meditativa pueden hacer la habitación más acogedora.
Postura: La postura es importante, ya que regula la meditación y el estado de la mente. El cuerpo debe estar en una postura equilibrada, con la espalda recta y los músculos relajados para que el cuerpo pueda sentarse en el suelo. Zendo es la postura en la que se dice que Buda alcanzó la iluminación.
En la meditación zen se suele utilizar un cojín. Se trata de un cojín redondo con una altura de 15-20 cm y un diámetro de 35-40 cm. Con este cojín, las caderas pueden elevarse ligeramente e, inclinándose un poco hacia delante, las rodillas pueden apoyarse en el suelo, mejorando la curvatura de la columna lumbar y manteniendo la espalda recta durante más tiempo sin molestias ni dolor.
Recuerde quitarse los zapatos y llevar ropa holgada y cómoda si es posible. Debe tener la sensación de que la parte superior de la cabeza apunta al cielo. Entrecierra los ojos para concentrarte, pero ten en cuenta que no podrás practicar el Zen si te entra sueño.
La posición de las manos en la práctica Zen debe ser sobre el vientre, en una posición llamada mudra cósmico, de modo que el pulgar de una mano toque el pulgar de la otra y esté paralelo al suelo. Los brazos descansan a los lados del cuerpo y los hombros se doblan hacia atrás, relajando el cuello y los músculos trapecios.
Practicar la meditación zen en la vida cotidiana requiere un compromiso con la propia actitud mental y física. De este modo, puedes entrenarte para lograr el objetivo de calmar la mente, concentrarte en la respiración y tomar conciencia de todo lo que emana de ti.
En resumen, la meditación nos permite "quedarnos quietos" y experimentar de primera mano los beneficios de una vida consciente y saludable. Éste es el objetivo del método Crear Salud, que no sólo le ayudará a empezar a meditar, sino también a aprender a comer bien, a llevar una vida activa y a establecer nuevos hábitos en su vida diaria.
Será tu mejor compañero en la meditación. Es un método muy sencillo que abre la puerta al mindfulness y a la psicología positiva para mejorar tu bienestar y, en definitiva, hacerte más feliz.
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