Cambia lo que piensas sobre ti misma
Habla de las etiquetas que te pones a ti mismo.
- De etiquetas que crees que se corresponden con la realidad, lo cual puede no ser tan exacto.
- De etiquetas que creen que son definitivas y no pueden cambiarse.
- Y cómo cambiarlos y pensar de forma diferente sobre sí mismos.
¿Qué etiquetas se pone a sí mismo?
Analizaremos las etiquetas que provocan miedo y dudas. ¿Hay algo que pueda hacer para liberarse de ellos? Sí, y aquí van algunas sugerencias.
Las dudas y los miedos a menudo pueden frenar tus objetivos. A veces se pueden superar, a veces no.
Te apoyas en la duda de si puedes conseguir lo que quieres, por ejemplo, dando razones.
Soy torpe.
No soy atractiva.
No soy interesante... etc. etc.
Está bien. Pero tengo una pregunta.
Hay que cuestionar la etiqueta
Si se atreve a dudar, quizá descubra que no es tan sorprendente. En caso de duda, no des por sentado todo lo que piensas de ti mismo.
¿Y si lo que crees que puedes hacer es mucho menos de lo que realmente eres capaz? Podrías tener razón.
Lo he experimentado muchas veces. He trabajado con personas con discapacidad que han vivido durante años con la creencia de que no pueden hacerlo, de que no son lo bastante buenos, de que no son lo bastante buenos. ......
Algunos son feos, estúpidos, incompetentes... Bastantes de ellos aceptaron ser etiquetados como tales.
Quizás te interesa:Lo que pasó. Descubrimos que podíamos hacer más de lo que ponía en la etiqueta.
Lo triste es que quienes no quisieron cuestionar la etiqueta siguieron viviendo con ella.
Cómo nos vemos a nosotros mismos es cómo actuamos.
Pero, ¿cómo puedo mirarme a mí mismo de otra manera y verme competente, inteligente, rápido y activo si hasta hoy he asumido lo contrario?
Abandona las etiquetas y cuestiona lo que piensas de ti mismo. Esta es la sugerencia.
Porque es cierto que actuamos como nos vemos, pero a la inversa también es cierto que nos vemos como actuamos.
[Espaciador.]
José Fernando Calderero Hernández
Doctorado (filosofía y educación). Licenciatura en química. Miembro del grupo de investigación "Educación personalizada en la era digital" (EPEDIG). Profesor en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) de "Teoría y Práctica de la Investigación Educativa" y "Ciclo Vital y Comunicación en la Familia". Vicepresidente de la Fundación Padres para la Excelencia, Padrex; Presidente del Capítulo de Educación de AEDOS; Decano de la Facultad de Educación de la UNIR; Vicedecano de la Facultad de Educación de la Universidad Villanueva, adscrita a la UCM; Profesor de la Universidad de Navarra; Licenciado en Educación por la Universidad de Gales. Ha participado en cursos para profesores y directivos en España y Estados Unidos. 27 años como directivo y profesor universitario; 24 años como director y profesor en colegios e institutos. Autor de libros sobre educación. Responsable de los artículos.JFCalderero
[Espaciador.]
Andrés Calderello de Aldecoa.
Actualmente estudia Filosofía en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED); profesora de apoyo a grupos complementarios en el Colegio Los Olmos (2008-2010). Becaria en labores de documentación en el diario ABC (2010-2012). Observador en campamentos de verano de formación intensiva (2006-2010). Amplia experiencia como tutor. Fundador del grupo "Alias", compositor y guitarrista. Andrés Calderello.
[Espaciador.]
Presentación
En 1985 yo tenía 15 años y algunos de mis amigos asistían a un prestigioso colegio de Zaragoza.
Una mañana de septiembre de 1985, antes del comienzo del curso escolar 1985/1986, decidí ir a esta escuela y concertar una cita con el director.
Para mi sorpresa, el director me recibió esa mañana. El director debió sorprenderse de que un chico quisiera verme.
Le dije: "Muchos de mis amigos estudian en esta escuela. Yo también quiero ir a esta escuela, pero mi familia no tiene dinero para ir".
Aquella mañana conseguí una beca, un comedor y un medio para llegar a la escuela, y pocos días después empecé a estudiar como estudiante, trabajando en la recepción los sábados por la mañana y corrigiendo exámenes en el departamento de psicología de lunes a viernes.
El director era JOSE FERNANDO CALDERERO HERNÁNDEZ. Cuando terminé mis estudios y me fui a la universidad, le perdí la pista, le encontré 25 años después gracias a las redes sociales en Twitter y me reencontré con él en Madrid en 2016.
Como pueden imaginar, estoy encantado de estar aquí por primera vez para presentar Filosofía y sentido común, escrito por mi estimado profesor y su hijo, Andrés Calderero de Aldecoa.
[Espaciador.]
[Placa de hierro]
Estamos muy agradecidos a nuestro querido amigo Felipe Fernando Mateo Bueno por permitirnos publicar "SUSCRIPCIÓN INVITADA" en esta sección de su blog.
Hace unos meses aceptamos la oferta de nuestro viejo amigo Sekotia de hacer de este blog nuestra primera página web, con motivo de la publicación de su nuevo libro Filosofía y sentido común.
Como nuestros lectores pueden imaginar, nosotros, padre e hijo, estamos muy contentos de publicar este libro, que contiene muchas ilusiones, a mediados o finales de febrero del año que viene, con el fin de animar al mayor número posible de personas a asumir la agradable tarea de responsabilizarse de sus propios pensamientos y, por tanto, de sus propias vidas.
También estamos muy agradecidos al profesor Álvaro Romo, Secretario General de la Asociación Internacional de Presidentes de Universidades (IAUP), por su colaboración y al prestigioso profesor Alfonso López Quintas por su prólogo.
Los siguientes extractos del libro pretenden que el lector comprenda mejor su contenido.
¡Sapere Aude! Atrévete a pensar, a utilizar tu mente. Los autores de Filosofía y sentido común han hecho nuestro este famoso lema de la Ilustración. Expresa la importancia de pensar por uno mismo, de llegar al fondo de las cosas y de romper con la "opinión oficial" y buscar la verdad con perseverancia. Como sugiere el título, no nos interesa una filosofía elevada y de largo alcance, sino abordar las cuestiones importantes de la vida con principios sencillos y sentido común. El principal objetivo de este libro es ofrecer a todas las personas elementos de reflexión que les ayuden en su desarrollo personal, especialmente en su capacidad de comprender y juzgar. Creemos que este libro será de interés para cualquiera que se haya hecho alguna vez preguntas como éstas.
- ¿Cómo podemos desarrollar nuestra propia identidad y alimentar nuestras propias ideas sin contentarnos con "consumir" las ideas de los demás?
- ¿Es útil aprender los contenidos de la formación escolar, universitaria o empresarial sin comprender su sentido, significado o utilidad?
- ¿Qué valores e ideas determinan mi comportamiento y son correctos?
- ¿Son todas las ideas tan válidas como las demás?
- ¿Me ajusto a los valores que me han dado?
- ¿Quién ha elegido mi forma de pensar?
- ¿Soy un producto de mi entorno?
Proponemos a los lectores que reflexionen con nosotros sobre algunas cuestiones clave del pensamiento humano y su impacto en nuestra vida personal, social y profesional. Partimos de la premisa de que todo ser humano debe tener cierto sentido crítico. Por ello, tras considerar su necesidad y utilidad, veremos algunas de las dificultades que pueden surgir a la hora de adquirirlas y desarrollarlas, y algunos métodos de aprendizaje útiles para superar esas dificultades y despertar o mejorar nuestras propias facultades críticas. Sin pretender abarcar todo el tema, la segunda parte considerará la cognición humana en relación con su adquisición, la naturaleza de la realidad y los problemas de la percepción, así como algunas características del trabajo intelectual y las claves del éxito académico, profesional y social. Queremos dejar clara desde el principio la idea central a la que volveremos una y otra vez de una forma u otra a lo largo de estas páginas: la necesidad de pensar por uno mismo.
Muchos de nosotros vivimos en un mundo en el que nos bombardean constantemente con noticias, información, nuevas ideas y avances científicos, por lo que hoy es especialmente importante mantener bien abiertos los ojos de la razón. Precisamente porque vivimos en un mundo sobrecargado de información, necesitamos desarrollar un sentido crítico. El libro cuenta una anécdota sobre un general del ejército que vio pasar tanques de camino al campo de batalla y dijo: "Por donde ahora pasan los tanques, antes pasaban ideas". Las ideas conforman la sociedad. Si queremos mejorar la sociedad, primero debemos mejorar nuestra forma de pensar. A menudo nos encasillamos ideológicamente - "yo soy de izquierdas" o "yo soy de derechas"-, pero eso no responde a las necesidades de las personas ni a la naturaleza humana. En muchos ámbitos de la vida, necesitamos urgentemente personas que puedan pensar más allá de sus capacidades y habilidades técnicas. Siempre tiene que haber una causa para problemas como el desempleo, el hambre y el auge del terrorismo, y si realmente queremos encontrar soluciones, las explicaciones superficiales por sí solas suelen ocultar los problemas más profundos y necesitan ser bien investigadas.
En un sentido más amplio, el sentido crítico podría describirse como la capacidad de captar y combinar todos los elementos necesarios para tomar la decisión correcta en una situación determinada, lo que permite tomar decisiones inteligentes y útiles. El hábito de adaptar el pensamiento y el comportamiento propios al pensamiento y el comportamiento colectivos de los grupos sociales en los que se reside está relativamente extendido. Abandonar el ejercicio de las propias facultades críticas puede llevar a las personas a pensar y actuar de forma contraria a sus propias ideas, a sufrir la falta de carácter y la frustración de vivir como seguidores de un guión ajeno, y a abandonar toda esperanza de una vida más plena en muchos aspectos de la existencia humana.
La capacidad de pensar de forma independiente y elegir la mejor solución es tan importante que estas aptitudes son aún más demandadas durante los ejercicios intelectuales. Todo proceso de aprendizaje y toda actividad intelectual implican retos. Hay muchas situaciones en las que se requiere un cierto nivel de vigilancia, ya sea debido a acciones espontáneas o a errores involuntarios que pueden conducir a una actuación equivocada. Por ejemplo, hay muchas situaciones en las que profesores con fuertes ideologías intentan comunicarse directa o informalmente con los alumnos, o en las que libros de texto y textos universitarios presentan diversas teorías como "verdades absolutas" sin ninguna prueba de la veracidad o falsedad de sus argumentos.
Los orígenes de la filosofía y el sentido común se encuentran en una conversación que los dos autores mantuvieron durante muchas horas. Tras tratar muchos temas, como la política, la religión, la ciencia y la filosofía, descubrieron que en casi todos ellos hay numerosas opiniones contrarias, la mayoría lineales y sesgadas, que faltan a la verdad. Al analizarla, descubrí que la ideología es siempre un conjunto formulista de ideas que no intentan explicar la realidad, sino justificar una postura previamente elegida a través de diversas influencias e intereses. Si tuviera que resumir en pocas palabras mi motivación para escribir este libro, diría que fue un profundo amor por la verdad, sea cual sea. Por definición, el conocimiento humano no es absoluto y siempre debe ser aproximado. Conocer esta realidad nos hace ser cautos a la hora de aceptar teorías y opiniones ajenas. Por otra parte, el conocimiento de los límites de la razón lleva a la convicción de que la búsqueda de la verdad debe realizarse desde todos los frentes, no sólo desde el pensamiento y la razón. Porque el hombre no es sólo un animal racional, sino también emocional, espiritual y creativo.
¿Cómo "adquirimos" ideas, conceptos y formas de pensar, y hasta qué punto éramos conscientes de este proceso y actuábamos espontáneamente? ¿Hemos adoptado ideas acríticamente sólo porque otros lo han hecho, o nos hemos basado en las primeras impresiones sin considerar el contraste con la realidad? Comparando el "alimento" físico con el "alimento" espiritual, parece más razonable no consumir algo cuya calidad está garantizada o, al menos, no se ve mermada.
Los expertos en un campo concreto también pueden precipitarse, equivocarse o simplemente estar mal asesorados. Es aconsejable confiar en los expertos, pero sólo hasta cierto punto, y puede ser necesario buscar pruebas que respalden sus conclusiones. Es un error no considerar la posibilidad de que una persona mayor, un experto o un superior pueda estar equivocado en algún aspecto. Debemos atrevernos a seguir preguntándonos "¿Por qué?" y debemos ser siempre respetuosos y llegar al fondo de las cuestiones.
Esperamos que la filosofía y el sentido común le sean útiles a usted, lector, y le ayuden a reflexionar sobre estas cuestiones.
También ofrece la oportunidad de ponerse en contacto con nosotros para compartir ideas sobre el contenido de este libro y el enfoque que lo sustenta.
Atentamente.
[Espaciador.]
Si quieres conocer otros artículos parecidos a Cambia lo que piensas sobre ti misma puedes visitar la categoría Salud mental.
Deja una respuesta
Mas artículos: