5 claves para un consumo slow
Normalmente no publicamos nada los sábados, pero como hoy es el #DíaDeLaTierra, aprovechamos para levantar la mano. Así que, ¿por qué no aprovechar el día de hoy para hacer algo pequeño y sostenible en tu vida diaria?
Comprar al por mayor
Este es uno de los consejos más eficaces que podemos darte para ayudarte a vivir de forma más sostenible en tu día a día. Si busca en Internet, encontrará muchos datos sobre la cantidad de residuos plásticos que producimos cada año. Destacamos dos de ellas.
- La producción de plástico se ha multiplicado por veinte en los últimos 50 años y se triplicará hasta alcanzar las 1.124 toneladas en los próximos 30 años.
- Los plásticos representan más del 12% de todos los residuos sólidos urbanos, frente al 1% en 1960.
Así que tenemos que reducir ya nuestro consumo de plástico. Una buena manera es comprar a granel, llevar tus propias bolsas de tela cuando hagas la compra y decir NO al plástico. Rechazar el plástico y dejar de utilizarlo como MATERIAL INDIVIDUAL. Es un material muy útil y duradero para las sillas de playa, y no querrás llevártelo a casa con una taza de café y que un minuto después esté en la basura.
Con este gran directorio de tiendas puedes encontrar tiendas en tu ciudad, comprar al por mayor y ahorrar millones en envases y residuos innecesarios.
Muchos de ustedes han tenido que obligarse a ralentizar su ritmo de vida habitual en los últimos meses debido a la crisis global y transversal provocada por COVID-19. En este caso, la eliminación o reducción del trabajo, las reuniones y los compromisos sociales puede haberles dejado más tiempo libre del que han tenido en mucho tiempo. La repentina interrupción también puede haberles hecho detenerse y reconsiderar si su anterior ritmo de vida era realmente deseable. Mucha gente se ha encontrado en esta situación recientemente, y como resultado algunos han revivido los conceptos de slow living, slow lifestyle y slow living. Estos conceptos no son solo una excusa para llenar los feeds de Instagram, sino también una forma de bajar el ritmo y vivir de forma más consciente. Un enfoque holístico de la vida que nos permite ser más felices, sentir más alegría y dedicar tiempo a hacer cosas que realmente tienen sentido. Así que hoy quiero dedicar unos minutos a reflexionar sobre qué es la vida lenta, cómo surgió y por qué es interesante incorporar esta idea a tu trabajo diario. Y lo que es más importante, veremos 20 reglas básicas de la vida slow para disfrutar más de la vida. Pequeños trucos y consejos para ser más feliz, aplicados paso a paso.
Quizás te interesa: ¿Qué es la vida lenta?
Slow life significa literalmente "vida lenta". El término engloba toda una filosofía de vida que va más allá de las simples tendencias y considera todas las posibles aplicaciones prácticas de la desaceleración en diversos ámbitos de la vida. La idea básica del movimiento slow life es que el ritmo de vida actual en Occidente es insostenible y poco saludable. Se manifiesta en la priorización absoluta del trabajo sobre todos los demás aspectos de la vida, en un consumismo desenfrenado que nos hace correr para ponernos a cubierto sin estar dispuestos a pensar en nada, o en la incapacidad de pararnos a reflexionar sobre lo que es realmente importante y disfrutar de nuestro tiempo al máximo y en profundidad. En otras palabras, se manifiesta en la incapacidad de disfrutar de la propia existencia.
Pero, ¿de dónde viene el movimiento slow life? El término guarda paralelismos con el movimiento Slow Food, de defensa de la gastronomía tradicional, lanzado en Italia en 1986 por el sociólogo Carlo Petrini. El movimiento nació de una protesta contra la expansión de McDonald's y otros restaurantes de comida rápida en la ciudad de Roma. En la tierra de la comida mediterránea y el dolce far niente, esto era prácticamente un sacrilegio. Así, el movimiento Slow Food propuso y sigue proponiendo una vuelta a los valores tradicionales de la gastronomía: Respeto por los productos naturales, consumo de alimentos ecológicos y no procesados, preferencia por los productos locales y de temporada y, sobre todo, sostenibilidad de todos los procesos relacionados con la alimentación. Tómese su tiempo, disfrute de la comida, de los sabores, colores y texturas de cada bocado.... En otras palabras, una experiencia más satisfactoria y plena que no puede apresurarse.
Desde los años ochenta hasta nuestros días, el movimiento Slow Food ha tenido cada vez más seguidores y hoy cuenta con cientos de miles de adherentes en todo el mundo. Sin embargo, el mayor éxito del movimiento Slow Food es que su modelo puede aplicarse a una amplia gama de otros sectores. Durante este periodo, se han hecho varias propuestas para el Turismo Slow, la Moda Slow, las Ciudades Slow, la Educación Slow, el Sexo Slow, etc. Todas estas propuestas muestran formas alternativas de realizar estas actividades, con un enfoque centrado en el disfrute consciente del momento y la sostenibilidad de los impactos ambientales y sociales asociados a la actividad. Todas o algunas de estas prácticas lentas pueden describirse como "vida lenta" en sentido amplio. El término suele atribuirse al periodista y escritor canadiense Carl Honoré, autor de Elogio de la lentitud (2004, HarperSanFrancisco).
20 Consejos para disfrutar más de la slow life
Ralentizar la vida cotidiana aporta muchos beneficios, como mejor salud mental y física, vitalidad y energía, mejores relaciones familiares y sociales, mayor productividad y más ahorro. Así que aquí van 20 pequeños consejos y sugerencias para ayudarnos a integrar el pensamiento lento en nuestra vida diaria.
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