¿Embarazada y fumadora pasiva? Cuidado con estos riesgos...
En la actualidad, aproximadamente una de cada cuatro mujeres en España es fumadora. Aunque la mayoría de las mujeres desean dejar de fumar antes y durante el embarazo, a muchas les resulta difícil debido a su dependencia del tabaco, y el 80% sigue fumando al final del embarazo.
Sin embargo, los efectos nocivos del tabaco sobre su salud y la de su bebé son bien conocidos. Descubra consejos que le ayudarán a romper el ciclo de la adicción y a abandonar el hábito de fumar durante el embarazo.
Los perjuicios de fumar durante el embarazo
Durante el embarazo, tu sangre suministra oxígeno al bebé. Cuando se fuma, se acumulan en la sangre sustancias tóxicas como el monóxido de carbono, que se encuentra en el tabaco. Estas sustancias atraviesan la barrera placentaria y afectan directamente al bebé. Las posibles consecuencias de fumar durante el embarazo son numerosas.
- Incluso antes de la concepción, fumar puede afectar a la capacidad reproductora. Las fumadoras tardan más de media en tener un bebé, sobre todo si consumen mucho tabaco. El porcentaje de éxito de la fecundación in vitro (FIV) también es menor en las fumadoras.
- Las fumadoras tienen el doble de riesgo de aborto espontáneo y el triple de riesgo de embarazo ectópico.
- Fumar triplica el riesgo de parto prematuro y aumenta el riesgo de retraso del crecimiento intrauterino. Por lo tanto, puede provocar malformaciones fetales y también puede ser la causa de algunas muertes fetales.
- Tras el nacimiento, el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante aumenta si la madre fumó durante el embarazo.
- Las infecciones respiratorias y el asma son más frecuentes en los bebés de madres fumadoras.
- El tabaquismo pasivo conlleva los mismos riesgos que el tabaquismo ligero. Por lo tanto, evita las zonas de fumadores durante el embarazo y no dudes en pedir a los que te rodean que no fumen.
Algunos consejos para dejar de fumar
Aunque el embarazo esté muy avanzado, nunca es demasiado tarde para dejar de fumar. Si dejas de fumar, puedes reducir los riesgos para ti y para tu bebé. No hay nada que sustituya a la fuerza de voluntad, pero aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a dejar de fumar.
- Bebe un vaso de agua cada vez que tengas ganas de fumar.
- En lugar de fumar, mastica chicle sin azúcar o tómate un caramelo.
- Practica actividades relajantes: Yoga, sofrología, natación, senderismo, etc.
- Mueve las manos: aficiones creativas, lectura, bricolaje, etc.
- Evite las situaciones que le tienten a fumar: por ejemplo, tomar café, ir a un bar, estar en un ambiente de fumadores que pueda tentarle a fumar de nuevo.
- Si le resulta difícil dejar de fumar por sí solo, no dude en solicitar asesoramiento para dejar de fumar, que le ayudará a reducir o abandonar el hábito. El asesoramiento psicológico también puede ser de gran ayuda para dejar de fumar. Tu matrona o tu médico pueden derivarte a un especialista adecuado.
La inhalación del humo del tabaco contrae los vasos sanguíneos del útero y la placenta, reduciendo el suministro de oxígeno y nutrientes al feto.
Por otra parte, la carboxihemoglobina, que es elevada en la sangre de las madres fumadoras, tiene una gran afinidad por la hemoglobina fetal. Esta carboxihemoglobina reduce el suministro de oxígeno al tejido fetal y provoca hipoxia crónica durante el embarazo.
Por último, es importante señalar la toxicidad directa para el feto de las sustancias contenidas en el humo del tabaco. Algunas de estas sustancias son cancerígenas.
Las complicaciones demostradas del tabaquismo para el feto incluyen
- Aborto espontáneo.
- Complicaciones de la placenta (desprendimiento prematuro de placenta, rotura prematura de membranas, desprendimiento de placenta).
- Embarazo ectópico.
- Prematuridad.
- Retraso del crecimiento fetal intrauterino.
Sin embargo, también existen afecciones secundarias en las que el tabaquismo materno afecta directamente al recién nacido.
- Malformaciones congénitas (labio leporino, paladar hendido, sutura craneal).
- Bajo peso al nacer (mayor riesgo de morbilidad y mortalidad).
- Síndrome de muerte súbita del lactante (fumar se asocia a un riesgo tres veces mayor de síndrome de muerte súbita del lactante).
- Mayor riesgo de infecciones respiratorias y de oído en los recién nacidos.
Intervenciones terapéuticas
Si quieres conocer otros artículos parecidos a ¿Embarazada y fumadora pasiva? Cuidado con estos riesgos... puedes visitar la categoría Salud femenina.
Deja una respuesta
Mas artículos: