Cómo puede la alimentación antiinflamatoria mejorar los s...
Inflamaciones agudas y crónicas
La inflamación es un proceso natural que protege al organismo y le permite recuperarse de diversas heridas y síntomas. En otras palabras, no es un enemigo, sino un mecanismo por el que el organismo lucha contra los agentes patógenos invasores y moviliza las sustancias necesarias para la reconstrucción. De este modo, en condiciones normales, se eliminan las amenazas, se completan las reparaciones y se activan los procesos antiinflamatorios para minimizar los daños. Esto se denomina inflamación aguda, y es necesaria.
Sin embargo, se vuelve problemático cuando este proceso permanece constantemente activo por diversas razones y se cronifica. En este caso, la hinchazón y el enrojecimiento de la inflamación aguda permanecen ausentes, pero el sistema está constantemente en alerta. Esta inflamación de larga duración se denomina en medicina "inflamación de bajo grado". Siempre es la inflamación crónica y silenciosa la que causa daños graves y en la que una dieta antiinflamatoria desempeña un papel importante.
¿Qué es una dieta antiinflamatoria?
Esto se debe a que el estilo de vida, especialmente la dieta, desempeña un papel importante en la curación de la inflamación aguda y en la prevención de la inflamación crónica. Lo que comemos puede tener un impacto positivo o negativo en el control de la inflamación crónica. Cuando comemos, los alimentos que damos a nuestro cuerpo pueden contrarrestar la inflamación (antiinflamatorios) o desencadenar una respuesta inflamatoria (proinflamatorios). En este sentido, en realidad controlamos nuestra gestión de la inflamación.
Una dieta antiinflamatoria se basa en el principio de favorecer los alimentos que ayudan a nuestro organismo a combatir la inflamación (alimentos antiinflamatorios), especialmente los ricos en antioxidantes, y evitar todos los alimentos que desencadenan, mantienen o exacerban los procesos inflamatorios y aumentan los marcadores de inflamación sistémica.
Cuando hablamos de alimentos antiinflamatorios, solemos referirnos a una dieta en la que los alimentos antiinflamatorios desempeñan el papel principal y se evitan en la medida de lo posible los alimentos que favorecen la inflamación del organismo.
Quizás te interesa:En principio, una dieta antiinflamatoria es un factor a tener en cuenta para mejorar las enfermedades con un componente inflamatorio. Sin embargo, también puede adoptarse como hábito saludable para prevenir estas enfermedades.
Inflamación, sistema inmunitario, enfermedades
El sistema inmunitario es el guardián de la salud. Prácticamente todas las enfermedades están relacionadas con un desequilibrio del sistema inmunitario. Por lo tanto, su cuidado es esencial y requiere, por un lado, un estilo de vida que refuerce los mecanismos de defensa y evite las reacciones autoinflamatorias perjudiciales y, por otro, enfoques dirigidos a regular y apoyar su función, como la microinmunoterapia.
Como se explica en los apartados "Inflamación, dos caras de la misma moneda" e "Inflamación, tipos y patologías asociadas", la inflamación es una respuesta natural del sistema inmunitario, pero puede ser perjudicial para el organismo si persiste durante mucho tiempo.
La nutrición es fundamental para la vida, la salud y la curación. ¿Cómo se puede combatir la inflamación con la dieta?
Alimentos antiinflamatorios y antiinflamatorios
- Las verduras y frutas rojas que contienen antocianinas y carotenos, las verduras de hoja verde que contienen el grupo químico del azufre, la soja y otras legumbres son componentes esenciales de una dieta antiinflamatoria. Especias como el ajo, la cúrcuma y el jengibre no sólo dan sabor a los alimentos, sino que también tienen propiedades antioxidantes.
- La más recomendada de todas las grasas y aceites es sin duda el aceite de oliva virgen extra (AOVE), que es rico en oleocanthal1 y otros compuestos y del que se ha sugerido que tiene propiedades antiinflamatorias similares a las de los medicamentos. Otras grasas beneficiosas son los ácidos grasos omega-32, presentes en el pescado graso, los frutos secos, los huevos y la col. Deben evitarse las grasas refinadas y las grasas animales.
- Se cree que la carne roja de mamíferos es más proinflamatoria que la carne blanca de aves y pescado. Según algunos estudios, la razón es el contenido de ácido siálico. Esta molécula no es metabolizada por el organismo debido a la falta de enzimas y se acumula en el cuerpo. El sistema inmunitario lo reconoce entonces como extraño al organismo y desencadena una reacción inflamatoria.
- El azúcar refinado y los dulces, especialmente los de producción industrial, no son recomendables, ya que provocan un aumento de marcadores inflamatorios como la PCR y la IL-6.
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