Dar las gracias es la mejor práctica para sentirte bien


Es una actitud muy humana dar las cosas por sentadas. En general, nos cuesta apreciar lo familiar. Hay un sistema en nosotros que vive inconscientemente con una fuerte necesidad de novedad. Sin embargo, en cuanto esta novedad se convierte en rutina, perdemos el interés. Cuando vivimos así, olvidamos la importancia de la gratitud.
La gratitud no significa saber ser cortés


Desde niños tenemos la costumbre de decir "gracias". Este comportamiento, como muchas otras cosas, es señal de que hemos sido educados. La educación nos hace aptos para la vida en la sociedad en la que hemos nacido. Sin embargo, cuando decimos "gracias", no solemos ser conscientes de la gratitud.
Las personas que están verdaderamente agradecidas no sienten la necesidad de mostrárselo a nadie. La gratitud es un sentimiento interior que nos proporciona verdadera plenitud.
Está de moda quejarse
Seguramente se habrá dado cuenta de lo importante que es quejarse para muchas personas. Si te encuentras con alguien por la calle, lo más probable es que, en cuanto inicies una conversación, tengas que soportar un gran aluvión de quejas. Es raro conocer a alguien que te cuente todo lo que aprecia. Si quedas con alguien y uno de los dos empieza una conversación sin mencionar sus quejas, la otra persona perderá rápidamente el interés.
Las quejas casi siempre nos llevan a juzgar y a discrepar. Además, muy a menudo se nos hace creer que podemos controlar algo que no podemos controlar. En otras palabras: Cuando está de moda quejarse, es mucho más útil y práctico cambiar este hábito por el de la gratitud.
Asertividad. Todo el mundo lo sabe, pero nadie lo practica, ¿o me equivoco?
Estoy seguro de que todos ustedes han leído esto. Es una actitud y una forma de comunicarse para garantizar que se respetan sus derechos. También debes saber que cuando te haces valer, sientes que se respetan tus creencias y opiniones, lo que aumenta enormemente tu autoestima.
Sin embargo, a menudo reaccionamos pasivamente ante las exigencias de los demás. Pero a veces, cuando se juntan varias cosas y no podemos más, explotamos.
Lógicamente, esto puede tener efectos secundarios bastante indeseables.
Lamentablemente, la mayoría de los artículos sobre asertividad del mundo sólo contienen este tipo de información. A continuación, explican la importancia de hacerse valer y animan a la gente a luchar por sus derechos.
"¡Defiende lo que piensas!" "¡Di que no!" "¡Sé respetuoso!"
Normalmente esto no funciona. Si eres asertivo y les dices a tus amigos que ya no te quedarás con su dinero, o le dices a tu jefe que es un abusón, puedes ganarte muchos enemigos. Y eso nos lleva de nuevo a la seguridad pasiva.
Entonces, ¿hay una forma correcta de imponerse y es posible hacerse respetar y seguir siendo empático?
Sí, y lo importante son tus sentimientos y necesidades.
¿Qué es la comunicación autoconsciente?


Una comunicación segura no sólo te ayuda a mantener lo que crees que es correcto. Como aprenderá hoy, también puede mejorar la calidad de todas sus relaciones.
Los principales obstáculos a la asertividad siempre han estado ahí. La sociedad nos ha enseñado durante siglos a comunicarnos de formas que causan conflicto e incomodidad. Ocultamos nuestros sentimientos (¿recuerdas cuántas veces te dijeron tus padres que no lloraras cuando eras pequeño?) y nos disfrazamos ante los demás.
La asertividad no significa sólo decir lo que se piensa. Significa comprender tus propias necesidades, responsabilizarte de tus propios sentimientos y, por último, conectar con los demás.
Pero para ello tenemos que cambiar radicalmente nuestra forma de pensar y de expresarnos.
La comunicación asertiva (descrita por el Dr. Marshall Rosenberg como no violenta) se basa en los principios básicos de la empatía.
Si te centras en comprender tus propias necesidades y las de la otra persona, en lugar de en ganar la discusión, tu forma de relacionarte cambiará por completo. Porque básicamente, como seres humanos, nuestras necesidades son muy similares, y esto nos permite crear un vínculo emocional.
Cómo comunicar con confianza
Pero vayamos al grano. La comunicación genuinamente confiada es aquella que acerca posturas y te permite expresarte con la seguridad de que no haces daño a nadie, y se basa en la siguiente fórmula.
- Observar los hechos sin criticar.
- Responsabilícese de sus sentimientos
- Descubrir necesidades insatisfechas
- Hacer peticiones concretas, teniendo en cuenta las necesidades de las personas.
Esta comunicación es pura empatía. Una vez que empiezas a hacerlo, no sólo te resulta natural expresar tus necesidades, sino que también puedes despojarte de tu victimismo asumiendo por fin la responsabilidad de tus sentimientos.
Sin embargo, me gustaría indicarte desde el principio que esta forma de asertividad no pretende convencer a la otra persona ni imponer tus deseos (aunque a menudo sea así). El objetivo es garantizar que se comprenden plenamente sus necesidades y sentimientos.
Por lo tanto, se hace hincapié en expresar los sentimientos y las necesidades más que en criticar o emitir juicios morales.
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