3 gestos para empezar bien el día
¿Le suenan estos términos? ¿Ha notado que su hijo se "atasca" cuando intenta decir algo?
Cuando el ritmo o la fluidez del habla cambian, se habla de tartamudez o tartamudez espasmódica.
Hoy hablaremos de cuáles son estos síntomas y de cómo puede determinar si forman parte de un desarrollo normal o si debe acudir a un especialista.
Es importante señalar que cuando utilizamos estos términos nos referimos al hecho de que se producen interrupciones en el habla (alteraciones en el flujo del discurso), pero el contenido de lo que se dice no se ve afectado. Estas interrupciones pueden ir acompañadas de movimientos faciales o corporales.
La mala circulación se desarrolla a partir de los dos años y medio y es más frecuente entre los tres y los cuatro años. Los esfuerzos por hablar y ordenar los pensamientos en un momento en el que el niño está completamente desarrollado pueden ser una de las razones de su aparición.
Quizás te interesa:Al principio, pueden observarse pequeñas repeticiones y vacilaciones en la producción de ciertos sonidos, pero estos síntomas suelen desaparecer a medida que se desarrolla el habla. Si no se toman medidas terapéuticas y persisten los síntomas, el niño puede ponerse nervioso, ansioso o frustrarse al hablar.
Debido a la madurez y a la falta de recursos lingüísticos, pueden producirse vacilaciones y dilaciones que afectan a la fluidez del discurso. Este tipo de "tartamudez" puede desaparecer espontáneamente en un plazo de 6 a 12 meses.
Existen diferentes teorías sobre la aparición y el tratamiento de la enfermedad, pero se cree que en el desarrollo de la enfermedad en los niños intervienen factores constitucionales y ambientales, es decir, que es multifactorial.
La tartamudez es una forma leve de tartamudeo que aparece repentinamente entre los tres y los cinco años de edad. Puede estar relacionado con el desarrollo del habla o producirse en situaciones estresantes como una mudanza, la separación de los padres o el nacimiento de un hermano. Los niños pueden no darse cuenta de que se les molesta, y a veces cierran los ojos, desvían la mirada o cierran la boca. A diferencia de otros tipos de trastornos circulatorios, se producen con mayor frecuencia durante el día. Puede avergonzarse al hablar.
=Recomendación de lectura: ¿Qué debo hacer con mi hijo que tartamudea?
Quizás te interesa:Se habla de tartamudez grave cuando aparecen síntomas como tensión, conductas de evitación e intentos de ocultar la tartamudez. En este tipo de tartamudez, se producen interrupciones en todas las frases y las letras se alargan o desaparecen. Esto dura más de 18 meses. Puede provocar frustración por no poder hablar a la velocidad correcta, miedo a hablar y miedo a comunicarse con los demás.
¿Qué hay que tener en cuenta?
Las siguientes pautas de observación le ayudarán a identificar si las quejas del niño son tartamudez.
- Utiliza un lenguaje sencillo al hablar (escaso repertorio de vocabulario).
- Presencia de impedimentos constantes del habla.
- Retraso en el habla y problemas de fluidez.
- Familiares con aftas o antecedentes de aftas.
- Familia: Observe si el niño es corregido a menudo al hablar, si se le hacen muchas preguntas y si se le pide que repita lo que dice.
- ¿Hablan rápido en casa y se turnan para hablar a menudo?
- ¿Gestos o movimientos corporales o faciales al hablar?
- Habla sólo con la gente que te rodea.
Si aparecen uno o más de estos síntomas en el habla de su hijo, es importante que haya consejos concretos sobre cómo apoyarle en casa y en la escuela.
=Recomendaciones de lectura: seis preguntas frecuentes sobre la tartamudez en niños pequeños =.
Tipos de trastornos circulatorios
- Clónico: repetición marcada de una sílaba o grupo de sílabas durante la emisión de una frase.
- Tónico: interrupción completa del discurso que termina bruscamente al final.
- Mixta: una combinación de las dos anteriores (comenzando en la fase tónica y a veces en la fase intervocálica).
Trabajar el vocabulario es un objetivo común para los niños con trastornos del lenguaje, síndrome de Down y TEA. La mayoría de los hablantes hablan y construyen frases automáticamente sin ser conscientes de ello. De hecho, la mayoría de nosotros todavía no sabemos para qué sirven los sujetos y predicados que aprendimos hace tanto tiempo. Veo que es esta estructura básica de las frases la que ayuda a los niños con problemas de lenguaje. Incluso para estos niños, construir frases no suele ser muy útil. Suelen arreglárselas haciendo frases de una sola palabra, señalando, diciendo algo en voz alta, utilizando el contexto, juntando palabras que tengan sentido y esperando a que la otra persona interprete su significado. Esta estrategia, aunque útil en la vida cotidiana, dificulta la realización de tareas poco frecuentes o la comunicación con otras personas que no se encuentran en su entorno habitual.
Por dónde empezar a trabajar las frases
Lo más fácil es trabajar con las palabras que se utilizan con más frecuencia en el entorno del niño. En otras palabras, no importa si los utiliza con frecuencia, si se refieren a personas, cosas o verbos. Los niños aprenden globalmente al principio, así que basta con que los entiendan. Así que no pienses que la comida, que es una acción, es más difícil que la abuela, que es una persona. Utilizan lo que más les conviene en cada momento.
Nunca empieces con palabras de función como artículos (el, la, los, una, una...), preposiciones (con, en, en, a, para...) y palabras con significado abstracto (idea, suerte...). Los niños suelen omitir los artículos y las preposiciones porque estas palabras no tienen significado en sí mismas. Las palabras con significado abstracto son difíciles de entender. Por supuesto, pueden incluirse más adelante, pero si los niños no los utilizan, no se incluirán desde el principio.
Conjuntos de trabajo con pictogramas
Los pictogramas son una herramienta muy útil y provechosa para trabajar las frases. Esta sección explica qué es un pictograma en caso de que no esté seguro de cómo utilizarlo o qué buscar. En este artículo verá que los colores suelen asignarse a distintas categorías de palabras. Sin embargo, una versión simplificada es mejor para trabajar con frases. El amarillo representa el sujeto o la persona que realiza la acción, el verde el verbo o la acción y el naranja el resto de la frase, el complemento o el objeto. Puedes hacer este tipo de plantillas con goma eva, cartón plastificado, separadores, etc.
También puede descargar plantillas anteriores en formato PDF aquí.
Para empezar, es muy útil trabajar con las dos plantillas, una con pictogramas y otra sólo con colores. El sujeto es siempre una persona que está en proceso de aprendizaje y elaboración de frases. Por eso elegimos el color amarillo. Y el complemento u objeto siempre será una cosa. Por eso hemos elegido el color naranja. El verde es el color del verbo.
Para trabajar las frases, primero hay que seleccionar imágenes, diagramas y pictogramas que sean importantes para el niño. A continuación, los recortes se plastifican, preferiblemente con pegatinas o plastificadoras. En el caso de las personas, se trata de personas que el niño conoce, por ejemplo, familiares cercanos, profesores, amigos y vecinos. Para los verbos, se utilizan ejemplos de acciones comunes como beber, comer, jugar, correr, andar, bañarse, lavarse, mirar, montar/escalar, coger, dar, comprar, etc. con imágenes, dibujos y pictogramas. Si utiliza pictogramas, recuerde que puede crearlos y descargarlos en ARASAAC. Comida, juguetes, lugares (casas, tiendas, parques), ropa, animales ...... Ya tendrá muchas ideas rondándole la cabeza.
Si el niño ya entiende la dinámica, puedes omitir la plantilla con los pictogramas de sujeto, verbo y complemento.
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