¿La cafeína es una droga? Lo que dice la ciencia
Suena el despertador. Te levantas, te lavas la cara y vas a la cocina a preparar café. El aroma hace que el comienzo de la mañana sea agradable, y al cabo de un rato se siente que el cansancio disminuye. Esta es una rutina matutina que siguen millones de personas en todo el mundo. Y no sólo eso. También es habitual tomar una taza de café por la mañana en el trabajo o durante una pausa después de comer para reanudar la actividad productiva.
El café es la segunda bebida más consumida en el mundo después del agua, aunque hay diferencias entre países. Países escandinavos como Finlandia, Noruega, Islandia y Dinamarca son los mayores consumidores de café per cápita.
Pero, ¿cuándo y por qué empezó nuestra afición por el café? Y, lo que es más importante, ¿es malo para nuestra salud?
El café es originario de las tierras altas de Etiopía, y los primeros indicios de que se consumía tostado proceden de Yemen, donde lo utilizaban los sufíes musulmanes para mantenerse despiertos toda la noche durante las ceremonias religiosas.
A finales del siglo XV, el café se había extendido al Imperio Otomano y a otras partes del mundo musulmán; en el siglo XVII, los europeos empezaron a establecer sus propias plantaciones en Asia y, más tarde, en Estados Unidos, convirtiendo a Brasil en el mayor productor de café del mundo.
Quizás te interesa:El café se convirtió en una bebida barata accesible a la clase trabajadora. El café instantáneo también se inventó durante la Primera Guerra Mundial. Fue también en esta época cuando se desarrollaron en Italia las máquinas de café espresso, que podían preparar café más rápidamente aplicando alta presión a los finísimos granos.
Todo ello convirtió al café en la bebida ideal antes del trabajo y durante la jornada laboral, y a mediados del siglo XX se introdujo en Estados Unidos la llamada pausa para el café.
El consumo de café siguió aumentando, pero pronto surgió la preocupación por los efectos sobre la salud del consumo regular de drogas psicoactivas.
El término "droga" puede ser una exageración, pero la cafeína que se encuentra en el café es, no obstante, una sustancia que puede alterar el sistema nervioso si se ingiere. Además, la ingestión repetida puede provocar dependencia. Así que la cafeína es una droga, igual que el alcohol y la nicotina. Sin embargo, el término "droga" no significa que sea una sustancia peligrosa. No obstante, es importante estudiar los efectos sobre la salud de cualquier sustancia que altere las funciones fisiológicas, ya que puede tener efectos adversos.
La cafeína, en particular, es un estimulante. En otras palabras, aumenta la actividad neuronal. Como ya habrás notado, te sientes más inteligente después de tomar café. Esto se debe a que la cafeína inhibe la acción de la adenosina en el cerebro y te mantiene despierto. La cafeína mejora la concentración, reduce la fatiga y acorta el tiempo de reacción.
Quizás te interesa:La adenosina, por su parte, tiene un efecto depresor sobre el sistema nervioso central. La adenosina se acumula durante el día y se une a los receptores apropiados, provocando fatiga y somnolencia.
Sin embargo, cuando se consume café, la cafeína se une a estos receptores de adenosina, que tienen una estructura molecular similar. Por lo tanto, la cafeína actúa como un competidor de la adenosina e inhibe su función.
Con el tiempo, el organismo compensa este efecto de la cafeína produciendo más receptores de adenosina. Esto significa que se necesita más cafeína para producir el mismo efecto. Esta habituación a una sustancia de uso común se denomina tolerancia.
Esto se debe a que si hay demasiados receptores de adenosina, no hay suficientes moléculas de cafeína para unirse a estos nuevos receptores, y las moléculas de adenosina se unen y producen sueño, por lo que hay que tomar cafeína para sentirse mejor. Si tienes que consumir cafeína repetidamente para no sentirte mal, eres adicto.
Si se interrumpe bruscamente el consumo de café, no es raro que los dolores de cabeza, el cansancio y la irritabilidad duren dos o tres días. Sin embargo, estos síntomas no suelen ser muy graves y suelen desaparecer rápidamente. Por lo tanto, la cafeína no es una droga que interfiera con las demás actividades y responsabilidades del adicto.
Pero incluso si no existe un problema grave de dependencia, cabe preguntarse: "¿Podría el consumo continuado repercutir negativamente en mi salud?
Lo primero que hay que recordar es que cada persona tiene una tolerancia diferente a la cafeína y que superarla puede provocar irritación nerviosa y palpitaciones. Las personas con intolerancia a la cafeína o trastornos metabólicos pueden no tolerarla. Tampoco se recomienda para niños y mujeres embarazadas.
El público en general puede consumirla con seguridad siempre que no se superen determinados valores de referencia. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria recomienda una ingesta diaria no superior a 400 mg, lo que equivale a unas 8-10 tazas pequeñas de café. El contenido exacto de cafeína varía mucho, por supuesto, según el tipo de café y la dilución.
Existen dos tipos principales de granos de café. Las semillas de Arábica contienen aproximadamente un 1,5% de cafeína, mientras que las de Robusta contienen alrededor de un 2,7%. El tipo de semilla no siempre se indica en el envase. Sin embargo, si se trata de café 100% Arábica, suele considerarse de mayor calidad (y más caro) y se etiqueta como tal. Si no se indica nada en la etiqueta, suele tratarse de una mezcla de dos tipos, cuya proporción varía de una marca a otra. Los dos tipos de café se distinguen a primera vista por la forma de las semillas. El Arábica es más largo y estrecho que el Robusta y tiene una línea central más suave.
Ahora que están claros los límites y las precauciones que no se deben sobrepasar, veamos qué puede decirnos la ciencia sobre los efectos para la salud de un consumo moderado de café.
En los últimos años se han publicado numerosos estudios científicos que apuntan a un efecto positivo del café sobre la salud. En concreto, se ha descubierto que un mayor consumo de café se asocia a un menor riesgo de diabetes, varios tipos de cáncer, la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer.
Investigaciones recientes sugieren que estos beneficios para la salud pueden deberse a cambios epigenéticos. En concreto, descubrieron que cuanto mayor era el consumo de café, más probable era que los grupos metilo estuvieran alterados en 11 sitios de la secuencia de ADN de genes asociados a vías metabólicas que se han relacionado con el riesgo de diversas enfermedades en estudios anteriores.
Sin embargo, se cree que esto se debe a un efecto sinérgico de la cafeína y un compuesto llamado eicosanoil-5-hidroxitriptamida (EHT), que se encuentra en el café. Los polifenoles del café también pueden contribuir a sus efectos beneficiosos para la salud.
Aún queda mucho por explorar y descubrir sobre el café. Por el momento, sin embargo, parece que podemos disfrutar de esta bebida sin remordimientos.
Este artículo nos ha sido enviado por Clara García, licenciada en Bioquímica por la Universidad Autónoma de Madrid, Máster en Neuroimagen por el King's College de Londres y Doctora en Neurociencia por la Universidad de Barcelona. Clara también tiene un posgrado en comunicación científica por la Universidad de Cambridge.
Habla de neurociencia y psicología en su canal de YouTube Cerebrotes. También puede seguirle en Twitter: @Cerebrotes.
Clara y Hugo Quintela también tienen un popular podcast, 'Mentes Covalentes', donde hablan de química y neurociencia; puedes seguirlos en Twitter: @covalmentes. Puede encontrar más artículos de Clara en su sitio web: claragarciagorro.com.
Referencias e información adicional.
Episodio sobre la química del café y la neurociencia en el podcast Covalent Minds: https://www.podcastidae.com/programa/el-cafe-mentes-covalentes-04/
Artículo sobre el consumo de café: https://www.telegraph.co.uk/travel/maps-and-graphics/countries-that-drink-the-most-coffee/
Artículos informativos sobre el café y la salud https://www.vitonica.com/alimentos/cafe-reduce-riesgo-mortalidad-no-vale-cualquier-tipo-bebida-este-que-tienes-que-tomar-para-conseguir-sus-beneficios
-Artículo científico sobre el café y el riesgo de enfermedad de Parkinson: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10819950?dopt=Abstract
- Artículo científico sobre la adicción a la cafeína: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4115451/
-Estudios científicos sobre la cafeína y la EHT: https://www.pnas.org/content/115/51/E12053
Artículos científicos sobre los polifenoles del café y la salud: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5836016/
- Vídeo sobre el funcionamiento de la cafeína: https://youtu.be/y7NhQYgeCkA
- Vídeo sobre la historia del café: https://youtu.be/RkS93xPV4s4
Ulises del Toro Enríquez*
Nohemi Hernández Rojas*
Enrique Mendes Bolaina*
El éxtasis es una taza de té y un terrón de azúcar.
Alexander Pushkin.
Imaginemos una droga que no se inyecta, ni se fuma, ni se inhala, que es de fácil acceso para niños y adultos, que se encuentra en productos de consumo cotidiano como alimentos y bebidas en los supermercados, y cuyo consumo no está regulado a pesar de que causa graves problemas de salud. Parece increíble que exista, pero existe, y se llama "azúcar".
En los últimos años, la ciencia ha señalado que los efectos nocivos del consumo de alimentos y bebidas azucarados están relacionados con diversas enfermedades, como la obesidad, la diabetes de tipo 2, el síndrome metabólico, la hipertensión, la cardiopatía isquémica, ciertos tipos de cáncer, la bulimia, la depresión y la ansiedad.
En las dos últimas décadas, el consumo de bebidas carbonatadas ha aumentado considerablemente en todos los grupos de edad. Se prefiere este tipo de bebida porque las agradables sensaciones que producen los ingredientes utilizados en su fabricación pueden volver adictos a los consumidores. México ocupa actualmente el primer puesto mundial en consumo per cápita de refrescos (163 litros al año, equivalentes a 466 mililitros o 1,3 latas de 355 mililitros al día, para un consumo total de 459 latas al año).
Este vergonzoso primer puesto es motivo de gran preocupación social, ya que ha provocado un aumento del sobrepeso y la obesidad en nuestra población en los últimos años: Según los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2016, el 36,3% de los adolescentes y el 72,5% de los adultos tienen sobrepeso u obesidad, y entre 2012 y 2016 Estas cifras aumentaron un 1,4% y un 1,3% respectivamente.
México: líder mundial.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ingesta diaria recomendada de azúcar es de 25-50 g, pero en realidad el consumo la supera en unos 64-183 g por persona y día y 24-67 kg por persona y año. El mayor consumo anual de azúcar se registra en Brasil (67,3 kg), Malasia (53,7 kg), América Latina y el Caribe (47,8 kg) y Estados Unidos (40 kg).
El hecho de que los alimentos procesados que consumimos a diario contengan tanto azúcar como ingrediente contribuye en gran medida a este panorama dulce y sombrío. Los 10 productos más vendidos son: 1) refrescos y bebidas energéticas (40 g de azúcar por 355 ml); 2) frutas en almíbar (31,5 g/100 g); 3) flanes y natillas (tarro de 30 g/100 g); 4) galletas (25 g/100 g); 5) yogures aromatizados (tarro de 20 g/125 ml), 6) barras de chocolate (barra de 15 g/25 g), 7) chocolate en polvo (15 g/15 g), 8) cajas de cereales (11 g/100 g). 5g/30g), 9) Mermeladas (11g/20g), 10) Aliños (mayonesa, ketchup, mostaza) ( (10g/20g).
El consumo excesivo de azúcar no sólo añade calorías y caries, sino que también aumenta el riesgo de obesidad, diabetes, síndrome metabólico, hipertensión, niveles elevados de colesterol y triglicéridos, resistencia a la insulina, daños en los lípidos, las proteínas y el ADN (lo que acelera el proceso de envejecimiento) y se ha relacionado con el cáncer y el deterioro cognitivo También se ha relacionado con el cáncer y el deterioro cognitivo.
Efectos relacionados.
Estudios con animales de laboratorio han demostrado que el azúcar se considera adictivo y, por tanto, provoca más síntomas de los necesarios. Los edulcorantes artificiales contienen ingredientes que no se encuentran en los alimentos naturales y sobre los que nuestro cuerpo no tiene control, por lo que consumir azúcar añadido a alimentos y bebidas tiene los mismos efectos que otras drogas como la nicotina, la cocaína, la heroína y el alcohol, incluso hay datos que demuestran que la adicción es igual o mayor
Se ha descubierto que el azúcar tiene un fuerte potencial adictivo en muchas personas porque, al igual que las drogas, provoca la liberación de dopamina en el cerebro, lo que puede llevar a la pérdida de control y a la adicción a los productos azucarados. La mejor forma de evitar los efectos de esta droga es evitar los dulces de todo tipo (caseros e industriales), las bebidas azucaradas y los alimentos con azúcar y grasa juntos.
Además, deben tomarse las siguientes medidas importantes: no añadir azúcar en la leche y los zumos de fruta; consumir frutas frescas y naturales; llevar una dieta sana rica en fibra y baja en azúcar, grasas y alimentos refinados; utilizar azúcar integral (turbinado) en lugar de azúcar refinado; comprobar las etiquetas de los alimentos procesados; e Incluso si hay necesidad de consumir azúcar, se recomienda consumirlo con moderación.
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*Instituto de Ciencias Químicas (UV), Orizaba.
Correo electrónico: enmendez@uv.mx
Editado por. Eliseo Hernández Gutiérrez.
Ilustración de Francisco J. Cobos Prior.
Red social: Katya L. Zamora
Director de Comunicación Científica, UV
dcc@uv.mx
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