Cómo dejar de comer por aburrimiento: 4 estrategias prácticas
Hambre emocional: ¿qué es y cómo gestionarla?
En otras palabras, es un hambre que parece hambre (comida) pero no lo es. El hambre emocional no surge de necesidades físicas (en realidad no hay necesidad de comer nada), sino de necesidades psicológicas - emocionales y mentales (aburrimiento, estrés, preocupación, soledad, como recompensa...) Nace. En este artículo aprenderá, entre otras cosas, a distinguir entre "hambre emocional" y "hambre fisiológica". Y cómo controlar el hambre emocional en tres pasos.
En algún momento, nuestra relación con la comida se convierte en un compañero, un aliado o incluso un "falso amigo". En el fondo, nos tranquiliza y se aparta de nuestro camino, aunque sea por poco tiempo, porque quiere ayudarnos.
Tenemos que aprender a lidiar con nuestras emociones, con nuestra hambre emocional.
¿Le suena familiar?
Come por aburrimiento.
Quizás te interesa:- Como para distraerme porque me aburro.
- Me siento sola y me consuelo con comida.
Comer por miedo.
- Estoy agobiada y comer me calma.
- Me preocupo, así que lo evito comiendo.
- He tenido un mal día, así que me recompenso con una comida.
La comida como recompensa.
- Se acerca el fin de semana y me lo merezco. Como y bebo sin límites.
Como para curarme, como para llenar el vacío.
- El compañero va y come.
- Cuando me siento solo, como.
- Como porque mi mente está vacía.
Causas del hambre emocional
La relación entre la comida y las emociones nos acompaña desde la infancia. Hemos tenido esta sensación de calma al comer desde que éramos bebés. Cuando nacemos, nuestra madre nos envuelve en sus brazos y nos da su dulce leche materna.
Identificamos la comida con nuestras madres, el afecto, la protección, el consuelo, los mimos, el consuelo... y nos lo inculcan inconscientemente desde bebés.
Quizás te interesa:Es algo que vemos como normal, casi normal. Todos somos criaturas emocionales. Se vuelve problemático cuando la comida se convierte en la única salida para regular o calmar nuestras emociones o para reducir el volumen de los llamados sentimientos desagradables.
Miedo, ansiedad y estrés en situaciones estresantes que conllevan incertidumbre e inseguridad.... Y las emociones son mensajeros que nos avisan de que algo está ocurriendo. Son respuestas de supervivencia ante un peligro (real o imaginario).
En otras palabras, son emociones adaptativas ante una amenaza percibida. El cuerpo reacciona huyendo, defendiéndose, luchando, etc.
Se vuelve problemático cuando no existe un peligro real, porque entonces se convierte en un sentimiento inapropiado. En este caso, el peligro lo crea la mente, no hay ningún peligro real exterior.
Cuando surgen estos sentimientos, es importante no hacer trampas con la comida (o los cigarrillos, el alcohol.... ), no para hacer trampas con ellos. Los alimentos utilizados de esta forma son sólo una tirita a corto plazo para el problema y no son útiles a medio o largo plazo. Comer con ansiedad no es útil a medio o largo plazo. Utilizar la comida como analgésico o narcótico para llenar o engañar un vacío en la mente es un uso improductivo de estos sentimientos.
La solución correcta, la solución que funciona a largo plazo, es llegar al fondo del problema y ver qué ocurre en nuestro interior. Averiguar qué ocultamos, qué nos impulsa y motiva a comer sin hambre física y fisiológica. ¿Qué es lo que realmente necesitamos?
El hambre emocional es el uso de la comida para los cambios de humor. En otras palabras, es un tipo de ansiedad en el que las personas comen para resolver problemas personales aunque no tengan apetito. Esto suele ocurrir cuando las personas están estresadas, tristes o aburridas. En el blog de hoy, aprenderás más sobre sus efectos y cómo superarlo. Durante un máster en nutrición, puede adquirir conocimientos más especializados.
¿Qué es el hambre emocional?
El hambre emocional es un trastorno alimentario en el que la persona come inconscientemente y confunde las sensaciones con el hambre. Se caracteriza por un deseo impulsivo e incontrolable de comer. Por lo general, no hay apetito real en esta situación, pero se utiliza como un agente adormecedor de la sensación. Se considera un medio para controlar las emociones negativas.
¿Cuáles son las causas de la sobrealimentación emocional?
Entre las emociones que llevan a comer con frecuencia figuran el aburrimiento, la soledad, la ansiedad, la ira, el estrés, la rabia, la depresión o la baja autoestima.
El deseo de comer se produce incluso cuando no hay sensación fisiológica de hambre. En otras palabras, quieren aportar a su cuerpo nutrientes para sentirse mejor. Además, tras un episodio de atracón, las personas suelen sentirse culpables si su estado de ánimo no mejora. Si el problema no se resuelve, surgen la decepción, la tristeza y la frustración.
Este tipo de hambre suele darse en personas que han probado muchas dietas y han fracasado. A la inversa, los malos hábitos también refuerzan los atracones emocionales.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a Cómo dejar de comer por aburrimiento: 4 estrategias prácticas puedes visitar la categoría Cocina.
Deja una respuesta
Mas artículos: